domingo, 15 de diciembre de 2013

2º Entreno de Apuko Igoera con Pablo San Juan (11/12/2013)

Hoy he quedado de nuevo con mi amigo Pablo San Juan para realizar el 2º entreno del recorrido de la carrera de Apuko Igoera que se celebrará en el próximo mes de febrero.

La idea era intentar mejorar un poco el tiempo del entreno que hicimos la semana pasada por primera vez.

El día aunque despejado totalmente, ha salido muy ventoso, es más, había alerta amarilla por fuertes vientos del suroeste en la cornisa cantábrica y en el interior, pero eso no nos ha echado atrás en nuestro empeño por llevar a cabo este entrenamiento.

Hemos ido a Zaramillo, desde donde hemos partido haciendo el mismo recorrido que hicimos en la primera ocasión y yo al ver que hacía sol, he pensado que con manga corta iría bien, ya que me entran muchos calores desde los primeros minutos de iniciar la carrera.  

Pablo ya me ha dicho desde el principio que iba muy fresca para el viento que hacía.  Y era verdad porque aunque al principio he entrado en calor enseguida en las primeras rampas, a partir del kilómetro 6 aproximadamente se me ha ido metiendo el frío dentro del cuerpo y he empezado a sufrir realmente y a dejar de disfrutar del entreno. 

Mi compañero me ha ofrecido su cortavientos en varias ocasiones pero yo se lo rechazaba diciéndole que iba bien.  ¡¡¡Craso error!!! 

Según íbamos avanzando por el recorrido, yo cada vez iba notando que me agotaba más y más por el frío que estaba pasando y que me iba quedando descolgada de Pablo muy a menudo, dándome mucha rabia, pues él para cuando se daba cuenta, se tenía que volver a buscarme.

Creo que me he perdido realmente de él en 3 o 4 ocasiones y nos hemos tenido que buscar a "grito pelado" en plan "verduleros" por todo el monte, jajajaja.... Incluso en una de estas ocasiones me había quedado totalmente desorientada de por dónde ir y Pablo se ha agobiado un poco porque no me encontraba.  Al final nos hemos encontrado y me ha venido pidiendo perdón por esa lejanía en la que se encontraba cuando yo me he desviado por un camino que no era.  Pero realmente la culpa era mía por no poder ni con la vida.  Iba sufriendo como hacía mucho tiempo que no sufría corriendo.  Parecía un pato mareado corriendo por el monte.  Vamos, como si fuese la primera vez que lo hago.  Aunque también es cierto que no llevo mucho tiempo en este deporte y tengo mucho que aprender, sobre todo en tema de orientación y bastante en concentración a la hora de bajar monte abajo.  ¡¡¡Tengo que ponerme las pilas!!!

A una de éstas, ¡¡cómo me habrá visto!!, me ha dicho:  -Yolanda, si vas mal vamos andando y ya está, que no pasa nada, eh?   Y yo le respondía que no, que bastante perjuicio le estaba causando ya como para encima ir andando.  Así que hemos seguido corriendo por el camino y pasado el kilómetro 15 aproximadamente en una de las veces que nos hemos reunido para volver a ir juntos le he comentado a Pablo que yo hoy no tenía el cuerpo para subir a la cima del Apuko y que subiese él, que yo le esperaría en la base de la montaña.  Pero Pablo me ha dicho que si no subía yo, que él tampoco lo haría para no dejarme sola durante el tiempo que le llevase hacer cima y descender y que además con el pedazo viento que hacía que él también había pensado en descartar la posibilidad de subir al pico.

Total, que hemos esquivado el ascenso al Apuko y hemos seguido corriendo hasta que yo me he caído "de madura" al suelo y me he quedado clavada de rodillas sin casi poder levantarme, más que nada de la impotencia y de la rabia que me estaba dando perjudicar a mi compañero de entreno.  Además hoy Pablo se estaba viendo muy bien y fuerte, pero yo le he roto el ritmo en demasiadas ocasiones, aunque él le quitaba importancia a ésto.

En el kilómetro 18 aproximadamente Pablo me ha visto tan fastidiada que me ha dicho o más bien casi ordenado de que fuésemos andando a partir de ese momento porque ya habíamos hecho la mayoría del recorrido corriendo y que nos tomaríamos con calma la vuelta al pueblo de Zaramillo.  El objetivo era llegar al coche sin más.

Al final y tras luchar contra el viento prácticamente durante todo el recorrido, hemos terminado el entreno infernal con 22,2 km en nuestras piernas y un tiempo total de 3h 15min.

Con este entreno he aprendido que uno no se puede mentalizar el hacer un entreno de una determinada manera porque luego por otro tipo de factores, como hoy, puede volverse contra uno.

Esta vez no hay ni fotos ni vídeo, así que cada uno que se imagine la situación, jajajaja....


No hay comentarios:

Publicar un comentario