lunes, 17 de abril de 2023

Barrika Pirata Trail (marcha) 16/4/2023

Después de muchísimo tiempo,  me volví a poner un dorsal.  😃

Y ha sido en la primera edición de la Barrika Pirata Trail. 

Cartel.

Tenía mis dudas sobre si podría disfrutar de una marcha de montaña y más cuando los últimos 5 días atrás ha llovido en abundancia.  Pero una vez que estaba apuntada, no podía echar a perder la ocasión de volver a sentirme dentro de una prueba de montaña,  aunque al ir caminando, la adrenalina que antes me subía por todo el cuerpo no la he sentido. 

He ido acompañada de mi amiga Carmen,  a la que le propuse apuntarnos hace algo más de un mes. 

La salida de la marcha era a las 9:30, mientras que la carrera tenía su hora de comienzo a las 10:00.

Tanto la carrera como la marcha tenían un recorrido de 12.470 metros,  con una altitud máxima de 130 metros y  277 metros tanto de desnivel positivo como negativo.  

Buen ambiente y bastantes andarines en la zona de salida.  Encuentro con algunos conocidos de las carreras a las que voy a sacar fotos y la charla animada ha hecho que los momentos previos a la salida de la marcha de montaña se haya hecho corta. 

¡Y cómo no! Había que hacerse una foto antes de la salida ante la puerta de salida/meta.
Recién llegadas a Barrika.

Momentos previos a la salida.

Tras algunas explicaciones y advertencias previas por parte de la organización,  dieron la salida puntualmente a los marchistas montañer@s.

Mi amiga Carmen y yo hemos salido con la firme intención de no emocionarnos en cuanto al ritmo de la marcha.  ¡¡Pero tampoco queríamos quedarnos de las últimas y convertirnos e el farolillo🚨 rojo, claro!! 😅😁

Comenzamos a buen ritmo.

Los dos primeros kilómetros han transcurrido bastantes lentos ya que éramos muchos los que hacíamos la marcha y el sendero inicial que nos llevaría hacia la playa de Muriola era estrecho, de desnivel negativo pronunciado y con bastante barro.   

Ya nos habían advertido de que era la parte más complicada del recorrido por el barro acumulado y que había riesgo de sufrir alguna caída por resbalones.   Así que tod@s nos lo hemos tomado con bastante calma. Nada de tener prisas,  jajaja... 

Primeros metros de sendero.

Lo llevamos bastante bien.

Hemos ido poco a poco y en fila india ordenada discurriendo por la senda y no ha habido ninguna caída finalmente.   Nos hemos quedado muy tranquilas ☺ mi amiga Carmen y yo al saber que habíamos superado la parte más peliaguda del recorrido. 

Al llegar al acceso de la playa Muriola, nos hemos encontrado con la pasarela de madera a la que hemos tenido que saltar desde el terreno natural del que veníamos.  Menos mal que hemos tenido la suerte de que allí había un voluntario que voluntariamente,  valga la redundancia,  nos ha ayudado a dar el salto con seguridad dándonos su mano como apoyo.  

A continuación,  ya nos metemos en terreno de acantilados donde hemos disfrutado de lo lindo del paisaje y del bonito e intenso color azul del mar. 
Intenso azul del mar.

Fotito con la Bahía de Plentzia al fondo.

Selfie-sombra.

Los acantilados, espectaculares.

Íbamos haciendo el recorrido cuando en un momento dado,  alguien ha gritado: "¡¡que viene la carrera!!" 

Nos hemos llevado un susto...😱😁😅   Entonces toda la gente se ha empezado a agobiar un poco porque no sabían si les iba a dar tiempo a dejar pasar a los corredor@s y hacia qué lado del camino apartarse para no estorbar.  Ha habido un poco de confusión,  pero finalmente nos hemos organizado más o menos bien para dejar paso a los del trail. 

Primer grupo de corredor@s.

Algunas personas se han quejado de que no les parecía bien el tener que pararse para dejar pasar a l@s corredor@s ya que eso haría que tardasen más en terminar la marcha. 

Mi amiga Carmen y yo no teníamos mayor problema,  pero a mí me ha dado por pensar que igual hubiese sido mejor que l@s corredor@s saliesen antes que l@s marchistas ya que el recorrido era el mismo para ambas modalidades.  

También se me ha ocurrido que l@s corredor@s podrían hacer el mismo recorrido pero en el sentido contrario al de la marcha.  Así por lo menos podríamos verlos venir de frente y evitaría el que la gente estuviese echando la vista atrás cada dos por tres. 

Mientras caminábamos hacia la playa de Meñakoz, ha venido otro nutrido grupo de corredor@s y les hemos dejado pasar. 

Segundo grupo de corredor@s.

Para no variar,  les he animado a tod@s al verlos llegar,  ya que además conocía a unos cuant@s.  He pasado envidia "insana"😫😅.

Cuando hemos llegado a la zona del parking de la playa de Barrika, donde está el bar Golfo Norte,  de nuevo nos hemos adentrado en terreno natural para continuar hacia la playa Meñakoz donde habría un cambio de dirección del recorrido.  En ese tramo,  aún quedaban corredor@s por pasar y hemos vuelto a coincidir de nuevo. 

Tercer grupo de corredor@s.

Con este último grupo de corredor@s, han pasado también l@s voluntari@s que cerraban la carrera.  Así que a partir de ese momento ya sabíamos que podíamos andar tranquilas.

Vamos con alegría.
Barro a raudales.
 
Acantilados hacia Meñakoz.

Al llegar a los accesos de la playa Meñakoz, un voluntario nos ha indicado que debíamos ir hacia la carretera de la costa. Se cumplía entonces el kilómetro 6.  
Punto kilométrico.

Los voluntarios, protección civil e incluso una patrulla de la Ertzaintza nos estaban esperando para darnos paso con seguridad en la carretera BI-3114

Allí mismo he reconocido a un vecino mío al que he saludado alegremente. 😃👋🏼

Nos hemos adentrado de nuevo en terreno natural y hemos pasado cerca de algunos caseríos desde nos saludaban los perros e incluso hasta una oveja,🐑  jajaja... parecía que nos iba contando uno a uno los que pasábamos a su lado. 😄


Durante los kilómetros 7, 8 y 9 nos hemos adentrado en un bosque que nos ha dado la sorpresa en forma de lodazal que no esperábamos,  jajaja... 

¡¡Qué dificultad para caminar por su sendero lleno  de raíces que nos hacían la zancadilla!! 🤣😂  Tod@s los marchistas íbamos  con más miedo 😨 que vergüenza 🤦🏻‍♀️🤦‍♂️ atravesando riachuelos,  árboles caídos,  pendientes a tope de barro... Y de repente,  cuando más atenta iba de por dónde pisaba, ¡cataplás! Caída sobre el lodo.😆😅 Las risas de los que iban por delante y detrás nuestra no se han hecho esperar,  jajaja... A mí que me ha entrado la flojera,  me he empezado a partir de risa y  encima no me podía ni levantar del suelo y me iba escurriendo para abajo.  Hasta que un hombre me ha dicho: "-Tranquila,  que yo te levanto."   Alzo la mirada y le pregunto: -"¿Estás seguro de que quieres ayudarme?  -¡¡Mira que peso más de 88 kilazos, eh!!  -¡A ver si por ayudarme, te vas a caer tú también o te va a dar un lumbago de aúpa!   ¡ Yo creo que es mejor llamar a los de "Grúas Ibarrondo!"

El amable hombre insistió en ayudarme y mi amiga Carmen también colaboró mientras se reía sin parar, jajaja...  Al final, entre los dos pudieron obrar el milagro de levantarme de aquél lodazal y así poder seguir la marcha montañera.  Les di las gracias y continuamos la marcha.

El bosquecito animado.

Una vez llegamos a Plentzia, por fin pisamos suelo urbano y pudimos dar descanso a los pies y piernas durante unos minutos, pasamos por la pasarela de madera a lo largo de la ría de Plentzia y cuando finalizamos la pasarela, un voluntario nos dijo que nos adentrásemos por un sendero que nace justo enfrente de de la Marisma de Txipio. 

Ya estamos en Plentzia.

Cada vez más cerca de meta.

Desde allí y ya por sendero interior, volvimos al punto de partida llegando a meta tras 3h 18 minutos según mi aplicación de Strava, mientras el spiker nos nombraba al cruzar el arco de meta.




lunes, 16 de mayo de 2022

XXXV MARCHA POPULAR URKO MENDI TALDEA (15/5/2022)

Después de 4 años sin participar en ningún tipo de evento deportivo por mis varias lesiones y dolores que llevo arrastrando, este año me he propuesto hacer todo lo que me gusta aunque tenga que sufrir un poco por ello.

Me he puesto manos a la obra para adelgazar y hasta el momento llevo 8 kg de pérdida de peso corporal, aunque todavía me queda mucho camino por recorrer hasta llegar a un peso más saludable.

¡¡Y llegó el día!!  Por fin me he decidido a probarme en una marcha de montaña.  Ya tenía muchas ganas de pisar terreno natural y qué mejor manera que apuntándome a una marcha popular. Así que pensado, dicho y hecho.

¡¡Dónde mejor que en Sopela para volver a participar en un evento montañero!!


Una vez recogida la acreditación para sellar en cada puesto de control, a las 9h dan la salida.

El día a amanecido muy despejado y con un intenso calor desde por la mañana, así que había que estar atentos a no deshidratarnos.


Los primeros kilómetros se  han hecho muy llevaderos al ir por caminos rodeados de árboles y con algunas sombras.

Una vez que salimos del cordal montañero que va de Sopela hacia Urduliz, aparecemos en las inmediaciones del Hospital de Urduliz y desde allí hemos ido hacia la iglesia para después cruzar la carretera principal del pueblo y pasar por la estación del metro para adentrarnos de nuevo en zona natural para dirigirnos hacia el Goierri de Barrika.
Las vistas de las que hemos podido disfrutar han sido muy bonitas.
He tenido la precaución de llevar los bastones de nordic walking, así como unas cintas rotulianas para aliviar mis doloridas rodillas.


Según iban pasando los kilómetros, el intenso calor ya se sentía hasta en las zonas sombrías. ¡¡Qué sudada, por Dios!! 
Por fin llegamos al Goierri y enseguida encontramos el avituallamiento situado entre la Ermita de San Andrés y el Aula de Cultura de Barrika  y ya enfilamos hacia los acantilados para continuar hacia Sopela.

Aquí, la sensación térmica es más llevadera gracias a la brisa marina que nos regala algo de frescor a los marchistas.

Ya se divisa Sopela desde los acantilados de Barrika y da la sensación de que queda muy poco para llegar.

He comprobado en mis carnes que las cintas rotulianas no me han servido prácticamente para nada. No me han aliviado el dolor en las bajadas.

Esto es la "felizitta al cuadrado", jajajaja....

El entorno de la playa de Meñakoz era precioso.

Una vez llegados a la Urbanización de Sopelmar, unas vayas nos impiden continuar por el acantilado ya que este último invierno se ha visto afectado y parte de él se ha desplomado hacia abajo.
Tras pasar de largo la zona de bares de la playa  Atxabiribil, nos hemos dirigido por los acantilados hacia la playa Salvaje de Larrabasterra y allí nos estaba esperando uno de los varios voluntarios para señalarnos la siguiente desviación del camino.  Tocaba meterse en el bosque de pinos.

El voluntario al verme llegar, para animarme me ha dicho: -"¡¡Venga, que sólo te queda un último suspiro!!"-   Yo que lo oigo, me asusto y le contesto: -"¿En serio, tan mal me ves?"-    El hombre no pudo más que echarse a reír al escuchar mi contestación, jajajajaja.....

En ese punto del desvío hacia los pinares, ya iría por el kilómetro 10 u 11, pero el cansancio y el calor habían hecho estragos en mí.  Ya no iba disfrutando para nada, pero había que acabar sea como fuere la caminata.

Un kilometro y pico antes de llegar a la plaza del Ayuntamiento de Sopela me he encontrado con el último voluntario que me ha dicho.  -"¡¡Ya te queda menos!!"-  A lo que le he podido contestar a duras penas:  -"¡Ahí le has dado! ¡Ya me queda menos para espicharla de tanto cansancio y calor que llevo encima!"-

Pasadas 3h 45´desde que salí, llego por fin muy cansada a la meta. Me sellan la tarjeta y me dan el avituallamiento final.  Casi no tengo ni ganas de comer o beber del agotamiento que tengo.  Así que descanso un poco en un banco a la sombra y seguido me voy a casa a darme una necesaria ducha para refrescarme.


Y este ha sido mi periplo montañero del domingo. 

miércoles, 23 de junio de 2021

Agosto 2015

Comenzamos un nuevo mes de verano y a mi lesión del trocante se le ha unido unos persistentes dolores de rodillas a nivel ligamentoso y óseo, así que creo que no estoy avanzando mucho en la recuperación física.

1 de agosto de 2015.
Hoy tras recoger mi bicicleta de carretera en la tienda Uribike-Ubk de Larrabasterra, donde la dejé para que me la pusiesen a punto de cara a llevarla unos días conmigo a Soria, he salido directamente a dar una vuelta teniendo claro desde el principio por dónde ir y volver.  Así que hoy no ha habido lugar al despiste ni sustos kilométricos.


He tenido el gusto de encontrarme en sentido contrario ¡¡cómo no!! con mi estimado amigo Isusko B., que al verme me ha saludado muy simpáticamente y se ha dado la vuelta para acompañarme un ratillo y charlar un poco.  Él ya estaba finalizando su entreno y llevaba en sus piernas unos 100 km, así que no hemos podido ir juntos más que dos o tres minutos para preguntarnos mutuamente qué tal nos iba, jajaja...

La ruta ha ido desde Sopela hacia Maruri-Jataba, Andrakas, Puerto de Armintza, Lemoiz, Maruri-Jatabe, Butrón, Urduliz y vuelta a Sopela. 





En total unos 42 km pasaditos a ritmo tranquilo y sin apretar mucho.

Últimamente me estoy fijando cada vez más de que en la propia carretera también hay mucho peligro para los ciclistas sin contar con el tráfico a motor con el que hay que convivir.  He empezado a sacar fotos de desperfectos que voy encontrando y que entiendo que pueden suponer un peligro para los ciclistas sobre todo, con la intención de hacer un mapa o un catálogo de "puntos calientes" en las carreteras vizcaínas, ya que es por donde más me muevo.  Así que hoy, para no variar ya he visto dos "puntos calientes" a tener en cuenta.



A la tarde se celebraba la V edición de la Travesía a nado entre las playas de Arrigunaga y Ereaga que tiene una largura de 2700 metros.  No tenía otro plan alternativo así que he ido a sacar fotos y a saludar a los amigos que por allí estaban dispuestos a participar en esta bonita prueba.  Fotos previas, de la salida y de la llegada y para casa que a la noche tenía quedada con las amigas para ir a las fiestas de San Ignacio en Algorta.








Fotos V Travesía Arrigunaga-Ereaga

2 de Agosto de 2015
Hoy he colaborado en la XXI Herri Krosa de San Ignacio que se celebra dentro de las fiestas de Algorta. He ido con mi amiga Carmen y nos han ubicado en la línea de meta para apuntar los dorsales según llegasen. ¡¡¡Qué responsabilidad!!!  Hemos intentado hacer bien nuestro trabajo poniendo mucha atención, pero creo que algunos de los últimos corredores se nos han escapado de apuntarlos.  En principio había que apuntar a los tres primeros de cada categoría, pero como había grupos de varias categorías que corrían juntos, al final hemos tenido que apuntar a tod@s según llegaban.  Una locura, la verdad.  Luego nos hemos quedado a ver los podios y tras tomar un refrigerio con un pincho, nos hemos ido cada una a casa.


Vídeo XXI Herri Krosa San Ignacio 2015.

Semana del 3 al 7 de agosto de 2015 (vacaciones en Soria).
Esta semana nos hemos ido a Soria de mini-vacaciones mi marido y yo, invitados por nuestros buenos amigos Pablo y Mar.  Todos los días hemos hecho actividades al aire libre.  Correr, en el caso de mi marido, andar de ruta con la bici, en mi caso y dos rutas de senderismo o treking por los parajes naturales de las tierras castellano-leonesas.  En resumen, lo detallo a continuación.

Día 3:  Hoy he realizado una pequeña ruta como primera toma de contacto con las carreteras sorianas y la verdad es que aunque la tarde estaba bastante fea con riesgo de lluvias y tormentas, he salido a estirar un poco las piernas del viaje en coche y me ha gustado mucho lo poco que he hecho.  Las carreteras están en buena forma y aún lloviendo no me ha dado miedo acelerar en los llanos y en las bajadas.  La bici y el asfalto se han portado de maravilla, así que mis primeros 34 km realizados y muy contenta.



Día 4: Hoy he quedado a primera hora de la mañana con mi amigo Pablo para hacer una nueva ruta de ciclismo.  El tiempo acompañaba y hemos disfrutado mucho de las bicis y de la compañía y compañerismo que hay entre nosotros.  Un verdadero placer poder ir con él. 54 km a la saca.



Día 5:  Hoy cambiamos los pedales por las zapas de treking.  Me voy con mi marido a hacer una parte del Cañón de Río Lobos.  El día promete muchísimo calor así que llevamos mucha agua para beber cada uno en su mochila, además de unas cuantas piezas de frutas para reponer energías. Salimos desde el parking que está situado al lado del puente de los 7 ojos y nos vamos adentrando hacia el cañón.  Al principio es muy boscoso y el río, propiamente dicho, está seco. No tiene agua.  Más adelante ya empezamos a ver algunos arroyos y pequeñas zonas con agua donde crecen nenúfares y caños.  Según avanzamos ya vamos viendo las primeras moles rocosas con su imponente altura y formas caprichosas que nos llaman poderosamente la atención.  Fotos por aquí y por allá disfrutando del paraje natural.  Cuando se cumple el kilómetro 9,5 aproximadamente llegamos a la ermita de San Bartolomé y decidimos subir por una zona un poco escarpada para tener una visión panorámica de la bonita zona.  Nos sentamos bajo un arco natural de piedra a comer algo de fruta y beber agua. Luego, a la bajada, veo que hay una entrada a lo que parece ser una cueva formada naturalmente y viendo que se metía bastante gente, no me he podido resistir a hacerlo yo también y admirar las bóbedas en la roca.  Luego hemos vuelto por donde hemos venido y pasadas unas 4 horas y media hemos dado por finalizada nuestra ruta senderista.  Hemos hecho 19 km en total.














Día 6:  Hoy el día prometía desde primeras horas de la mañana buen tiempo y despejado en las altas cimas de los montes sorianos, así que nos hemos ido mi marido y yo a subir el Pico Urbión.  Esta será la primera vez para él y la segunda para mí.  Así que nos hemos preparado muy temprano y hemos ido en coche hacia la Laguna Negra, punto de partida de nuestra corta pero seguro que intensa ruta.  Lo primero que hemos tenido que salvar es la zona denominada El Portillo, que es una especie de canal rocoso por el que hay que subir practicamente a 4 patas y con cuidado de no despistarse y caer ladera abajo.  A esas horas de la mañana había poca gente por allí, pero seguro que más tarde estaría más lleno el lugar.  Una vez pasada esta zona técnica, nos adentramos en un bosque de pinos, hayas y robles que nos acompañan en nuestra ruta montañera.  Siguiendo los letreros, marcas del GR 86 no hay pérdida posible, jajaja...

Foto sacada de internet.
Hemos pasado junto a la Laguna Helada y el propio nacimiento del río Duero. Cada vez se iba poniendo el camino más interesante y técnico ya que a partir de cierta altura ya es todo roca.  Desde lo lejos, a un kilómetro excaso de llegar a cima, ya se intuía a varios montañeros en la cima del Urbión. Hemos continuado el sendero salpicado de personas y hemos llegado a la base de la cima del monte.




Yo recordaba la ascensión como algo dificultosa cuando subí el año pasado con mi amigo Pablo, subiendo desde el Punto de Nieve de Santa Inés.  Pero al subir desde la Laguna Negra, creía que iba a ser algo más fácil hacer cima ya que tenía el recuerdo que al bajar de allí no se me hizo nada engorroso el camino a pesar de tener que sortear los grandes bloques de piedra conglomerada.  La cosa es que tuvimos que hacer una especie de rodeo por la base y pasar por zonas muy expuestas donde un leve despiste podía hacer que te fueras monte abajo por alguna de sus vertiginosas caídas y entonces ahí es donde me he dado cuenta de que había realmente riesgo.

El año pasado no tuve una gran sensación de riesgo pasando por esa misma zona, la verdad.  Pero bueno, tal vez al saber que no iba en las mejores condiciones físicas y que mi pierna izquierda me podría dar problemas tanto a nivel muscular como de tendones, hizo que viera el peligro de caída mucho más real y cercano en aquella situación.  Mi marido se adelantó y pasó por un estrechísimo camino en el que en su parte izquierda había una gran muela de piedra y a la derecha una caída bastante vertical casi al vacío.  Yo lo perdí de vista en aquél momento y la verdad es que la angustia se apoderó de mí.  Me quedé un rato paralizada y llamándolo y al ver que no me contestaba ya me empecé a poner nerviosa.  Al final a la cuarta o quinta llamdada me contestó desde lo alto y le pregunté que a ver dónde estaba.  Me dijo que arriba al lado de la cima.  Entonces no tuve más remedio que armarme de valor y pasar obligatoriamente por aquel paso tan estrecho intentando pegarme a la pared de piedra con el cuerpo lo máximo posible y sin que se me enganchara nada de la mochila ya que al dar a la cara norte, la roca estaba mucho más rugosa que la que da a la cara sur.

Consigo visualizar a mi marido y recordar que había que pasar un estrecho pasadizo entre dos moles rocosas para llegar a donde estaba el buzón.  ¡¡Qué agobio tenía!! De la angustia que pasé por mi marido y por mí, no acertaba casi a preparar la cámara fotográfica para sacarnos una foto.  Al final lo conseguí.  Ya teníamos una foto juntos en el buzón del Urbión.



Pero faltaba otra foto de vital importancia para mí.  La foto en la cruz de la cima.  Estaba todavía tan atacada que me subí a la cruz haciendo una pequeña trepada y me llevé conmigo la cámara de fotos pequeña, con lo cual tuve que destrepar un poco para dársela a mi marido y que me sacase una foto.  Él no quiso encaramarse en la cima.  Cuando bajé, también me hice un selfie con la cruz de la cima del Urbión tras de mí a todo correr a pesar de que otro montañero se ofreció a hacérmela.



Yo seguía nerviosa de pensar que había que volver a pasar por las zonas expuestas para bajar del monte y mi marido fue empezando el camino para que yo lo siguiera, pero de repente, voy y lo vuelvo a perder de vista.  ¡¡Otra vez acongojada!!  O él iba muy  rápido o yo muy lenta.  La cosa es que no íbamos juntos.  Al final, después de sortear varios cúmulos rocosos, lo veo que está bajando ya hacia una ladera en la que había varias formaciones rocosas de las muelas de la sierra del Urbión.  Lo veo que se para y que de repente se sale del camino de bajada.  No se me ocurrió otra cosa que darle una voz para decirle que por ahí no era por donde teníamos que ir.





La verdad es que estaba muy tensa por la idea de perdernos por allí y sólo se me oía a mí por aquellos lares. Al final mi marido me esperó sentado en una senda que tenía unos letreros indicadores de dirección hacia otras cumbres cercanas y también de la bajada a la Laguna Negra.

Cuando por fin llegué a donde él, continuamos el camino más evidente y esta vez sí, fuimos más juntos.  Le pedí que me sacara alguna foto en algunos sitios bonitos que me parecieron y continuamos la bajada hacia nuestro punto de inicio.








Hubo un momento en el que necesitaba sentarme un rato y descansar aunque sea unos pocos minutos pues desde recién hecha la cima, ya me empezó a doler bastante la pierna izquierda y la rodilla a darme pinchazos. No sé si debido a la bajada o al estrés, pero necesitaba parar un rato y relajarme.  Se lo comenté a mi marido y asintió.  Así que paramos en un pequeño arroyo de agua fresca y me apetecía mucho descalzarme y meter los pies al frescor de aquella agua pura.  Así lo hice e intenté dejar mi mente en blanco aunque sea unos instantes y disfrutar del paisaje.






Una vez repuesta, ya con los pies bien recuperados, bajamos hacia El Portillo donde ya había bastante más gente tanto subiendo como bajando por él.  Al final hicimos una ruta de unos 10,5 km aproximadamente.









Esa misma tarde, mi amigo Pablo me ofreció hacer una ruta ciclista por los pueblos de alrededor de Soria y yo creo que le sorprendió mi respuesta recién venida del monte, jajaja.... Le dije que por supuesto, que necesitaba estirar las piernas y quitar las tensiones acumuladas de la mañana.  Así que quedamos a las 17:30 para hacer un entreno de bicicleta.  La ruta, yo no la sabía, así que era una sorpresa.  Fuimos hacia Covaleda desde Vinuesa en un continuo sube y baja por la carretera.  Tuvimos un gran susto en forma de "quasi" atropello ya que un insustancial nos pasó rozando literalmente cuando íbamos por el arcén.  Gran susto de mi amigo Pablo y el mío por pensar en lo que pudiera haber podido pasar.  Pasados unos metros del lugar del amago de atropello, paramos en una fuente a refrescarnos y a rellenar nuestros bidones que con el calor que hacía (35º según el Garmin), el agua estaba como el pis.  Comentamos el momento del susto y continuamos nuestra ruta hasta Duruelo de la Sierra, donde a Pablo le empezó a dar problemas el cambio de los platos.  Se le había quedado la cadena en el plato pequeño y no podía coger velocidad en las pocas zonas llanas.  Paramos en un taller maderero para que nos prestasen un destornillador con la intención de ajustar la guía de cambio de plato.  Tras probar varias veces, parece que lo consiguió arreglar pero como no las tenía todas consigo me propuso dar allí mismo la vuelta hacia el punto de inicio.  Así lo hicimos y una vez llegados a Vinuesa, me dijo para hacer algunos kilómetros más ya que durante el trayecto de vuelta no le había vuelto a dar problemas el cambio de plato.  Asentí y continuamos unos 4,5 km más hacia El Quintanarejo para volver de nuevo a Vinuesa apretando las pedaladas al máximo.  ¡¡Qué gozada pedalear a buen ritmo y en compañía!!  Esta vez no hubo foto con el compañero de batallas, jajaja.... ¡¡Se me escapó!! Al final cayeron  casi 53 km.


Día 7:  Hoy es el último día de las mini-vacaciones en Soria.  ¡¡¡Qué pena!!!  Pero aún me quedaba un pequeño auto-reto por cumplir.  Subir desde Vinuesa hasta el Punto de Nieve de Santa Inés en bicicleta. Así que a primera hora de la mañana desayuné en el Hostal en el que nos hospedábamos ya vestida con todo el atuendo deportivo y seguido cogí, como se suele decir, "carretera y manta".  Esta vez en solitario.

Tomé la carretera SO-830 dirección El Quintanarejo con mucha calma ya que sabía que era todo una subida constante y que si empezaba muy rápido posiblemente no conseguiría llegar a mi destino. Sabía que tenía que superar en unos 17 km aproximadamente de subida un desnivel de algo más de 650m positivos.

He ido subiendo a ritmo tranquilo los primeros kilómetros y a partir 9 aproximadamente y una vez pasada de largo la carretera de acceso a la Laguna Negra, ya la carretera se va poniendo cada vez con más inclinación.

¡¡Qué sufrimiendo y desidia he pasado por esa carretera Castellano-Leonesa!! jajaja....  Era un sin parar y un sin vivir toda la subida.  No me podía ni soltar del manillar de la bici para echar un miserable trago de agua. Y eso que eran primeras horas de la mañana y que hacía una refrescante temperatura de unos 18º, pero con el esfuerzo que había que hacer, al final empezaba a pasar factura la fatiga.

En el kilómetro 14 aproximadamente, la palabra "abandono" se ha empezado a hacer presente en mi cabeza, pero he continuado jadeante y dolorida por culpa del finísimo sillín que me estaba fastidiando el trasero y lo que no lo es.  Los metros pasaban muy despacio y no veía el momento de llegar al Puerto de Santa Inés.

He empezado a jurar contra las rampas interminables y cuando por fin quedaba algo más de 250 metros, ya no podía ni con mi alma y he decidido bajar de la bici y hacer ese último tramo a pie.  Fotos de rigor y para abajo a toda pastilla, jajaja.... ¡¡Qué alegría!!  Hasta he visto un zorrito cruzarse por la carretera.  Al final 35 km a la saca como colofón final a estas fructíferas vacaciones en Soria.



9 de agosto de 2015.
Hoy he salido con mi marido a dar una vuelta ciclista tras descansar el día de ayer.  De Sopela a Mungia, luego a Gamiz, vuelta a Mungia y a Sopela por Gatika.  40km más a la saca.


10 de agosto de 2015.
Hoy tenía pensado hacer una ruta por la margen izquierda buscando una pequeña vía verde que está cerca de la playa de La Arena en  Zierbena y la he vuelto a pifiar.  ¡¡Qué rabia me ha dado!!  Desde la playa se veía por dónde iba la vía verde, pero para llegar a su punto de inicio, ni un cartel.  O al menos yo no lo he visto por mucho que he buscado.  Al final he cogido carretera a Muskiz y luego me he incorporado a otro carril bici que me ha llevado directamente a la refinería de Petronor, que estaba a pleno rendimiento como siempre.  Con sus humos gaseosos y chimeneas llameantes, sólo el pensar que si un día pega un petardazo aquél complejo, seguro que desaparece la población a unas cuantas decenas de kilómetros a la redonda. ¡¡Aquél lugar es una bomba literalmente hablando!!




Total, a lo que íba.  He ido hasta Muskiz y después de dar por allí una vuelta en dirección carretera Santander, ha llegado un momento en que me he dado la media vuelta, ya que eran las 7 de la tarde y todavía me quedaba todo el regreso a casa.  He vuelto por el mismo lugar y de repente he visto un cartel indicador que mandaba a Pobeña.  Me he acordado de que por allí se accedía a la vía verde, o eso creía.   Así que he tomado esa carretera en subida y cuando he llegado al pueblo, de nuevo sin saber para dónde tirar.  ¡¡Media vuelta para atrás!!  Menos mal que en el camino de regreso a casa, cuando todavía circulaba por el carril bici, he tenido un momento gracioso y bonito con una ristra de gatos que estaba tomando la sombra junto al camino peatonal y bici, los cuales al verme sacar el móvil de la riñonera se han emocionado pensando que les iba a dar algo de comer.  Otro día seguro que llevo aunque sea una barrita energética y la reparto entre todos, jajaja....


Ya, llegando hacia Portugalete, me ha pasado a toda velocidad un chico que me ha saludado y que luego ha desacelerado un poco para que yo lo alcanzase.  Le miro el trasero y veo que es mi amigo Erik, jajaja.... Lo de mirar el trasero es porque llevaba su mono de triatlón de su club Sestao Triatloi Taldea, así que lo he reconocido rápido, jajaja...  Unos instantes de charla más el saludo y se ha marchado como un meteorito de rápido ya que aún le quedaba una media hora de entreno, y claro, ir a mi ritmo no lo soporta cualquiera, jajaja....

Al llegar a casa he visto que tengo un buen sarpullido en las piernas no sé si por efecto de la contaminación de la zona donde he estado o si me he quemado con el sol, que también puede ser. Al final 55,5 km a la saca.

Track

11 de agosto de 2015.
Hoy me toca descanso de bici, así que nada qué hacer.  Pero al medio día he recibido la llamada de mi marido invitándome a probar ir hoy con él a correr a ritmo muy suave y tener que contestarle que no, que tengo miedo a correr ni siquiera de prueba, me ha hecho darme cuenta de nuevo que llevo ya mucho tiempo sin correr y por ende sin poder hacerlo acompañada tampoco.  Eso me ha entristecido sobremanera porque aunque algún día me recupere de la lesión, el miedo a volver a lesionarme va a pesar mucho más en mí y puede demorar mi retorno.  Así que hoy por hoy sigo viendo muy lejos mi vuelta a los entrenos y carreras. ¡¡Ojalá me equivoque!!

12 de agosto de 2015.
Después del bajón moral que me dio ayer por causa de la invitación de mi marido a salir a trotar, hoy había que cambiar las tornas y volver a darle caña al cuerpo.  Vista la previsión meteorológica para los siguientes días, me he propuesto un mini-reto, jajaja.... Ir hasta Bakio, cosa que no tiene nada de especial porque ya lo he hecho otras veces, y subir con la bicicleta hasta la ermita de San Juan de Gaztelugatxe.


Los que me conocéis de hace algún tiempo, ya sabéis de mis ventoleras, jajaja.... Y los que no, pues ya os digo que ésta es una de esas ventoleras que me dan de vez en cuando, jajaja...

Me he despertado a las 7:30 de la mañana y tras desayunar y recoger un poco la casa he ido a por mi bici y me he puesto rumbo hacia mi destino-objetivo-reto cuando eran las 8:45 a.m.  He salido tranquila, pero no demasiado porque el parte meteorológico de ayer anunciaba temperaturas máximas de 35º en la costa vasca, así que tampoco me podía relajar demasiado porque si no, a la vuelta me pillaría de lleno toda la solana o "caloret" que se dice ahora, jajaja...

He ido dirección Mungia y una vez que salgo del pueblo, cojo el cruce que me manda hacia Meñaka. Voy circulando por la carretera que tiene algunas cuestas majas para que piquen un poco las piernas y al llegar a un cruce, giro hacia la derecha para ir ya sin pérdida hacia Bakio.

Total, que he llegado a Bakio sudando ya la gota gorda del calor y humedad ambiental que hacía a eso de las 11 de la mañana y he parado en la parta alta del pueblo donde hay un mirador desde el que se divisa la playa y parte del puerto.  Dos fotos y para adelante carretera dirección Bermeo.  No sabía con seguridad cuánto tendría que pedalear para llegar a la zona donde se encuentra la carretera de acceso al Islote de San Juan de Gaztelugatxe, así que me lo he tomado con resignación ya que había que ir por una carretera en constante subida que me ha dejado seca, jajajaja....



Cuando he llegado a la zona de restaurantes y la cervecera Eneperi, he visto gente por allí con la misma intención que yo de bajar hacia el inicio de las escaleras para llegar a lo más alto del islote.  Me saco una foto desde la carretera con la Isla de Aketxe al fondo y continuo la búsqueda del camino de acceso a la ermita.




Al final he encontrado un mosaico que indicaba 10 minutos al mirador y 25 a la ermita.  Era una especie de camino de cemento imitando losetas irregulares.  Por allí he bajado en bici los primeros metros frenando mucho porque la pendiente era de aúpa.  Ha habido un momento en el que he visto que me podía desmorrar en cualquier momento gracias a mi poca pericia ciclista y me he bajado de la bici para continuar andando.

Luego, el camino cementado desaparece y empieza un camino hecho en el mismo monte con una especie de escalones que se sostenían sobre travesaños de madera para darles forma de escalera pero que estaban un poco desfigurados por efecto de las lluvias e intemperie.

La gente tanto que bajaba como que subía por esta zoma me decían que vaya mérito tenía de ir con la bici por allí, jajaja....  A lo que yo les contestaba que no era por mérito sino por una ventolera o cabezonería que me había dado.  Los visitantes de la zona se quedaban un poco sorprendidos de verme bajar por allí mientras canturreaba canciones infantiles, jajaja...  ¡¡Ya habrán pensado, qué pedrada tiene ésta en la cabeza!! jajaja..... E igual no van muy desencaminados en sus pensamientos, jajaja...



Al final llego a la confluencia de las escaleras que bajan por el monte con la antigua carretera de acceso que está cerrada para los vehículos desde hace ya bastante tiempo por desprendimientos y un poco más abajo ya me encontraba en la explanada previa al inicio de lo que es la propia subida hacia la ermita.  He sacado mi cámara de fotos y un señor amablemente me ha dicho si quería que me me sacara una foto.  Yo le he dicho muy agradecida que sí, y me la ha sacado antes de iniciar el ascenso.



Primero he pasado por una fuente que hay a pie de las escaleras y he recargado mi bidón, que ya le hacía falta, y me he mojado la cabeza entera para refrescarme.

¡¡¡Ahora viene lo bueno!!!  Cojo la bici y empiezo a subir las escaleras a buen ritmo, así que por allí la gente se me quedaba mirando como las vacas al tren, jajajaja.....  Según me oían, se iban apartando del camino para dejarme pasar y no romperme el ritmo.  Algunos me han animado y otros me han preguntado si iba de penitencia, jajaja....  Y yo toda feliciana les decía que no, que me había dado una pedrada de subir con la bici, sin más.   Las sonrisas de los turistas y visitantes no se hacían esperar.  Era como si viesen un extraterrestre por allí.

De repente, me he parado y he sacado la cámara de fotos pues estaría bien tener una foto mientras subía. Saco el trípode y según lo estoy enroscando a la cámara me dice un chico que subía por allí con su mujer e hija:  -¡¡Ya te saco yo la foto, mujer!!  Yo toda agradecida le digo: -Pues me harías un grandísimo favor, la verdad, porque a veces para sacarme una foto pierdo mucho tiempo entre que busco el ángulo que quiero, coloco en equilibrio la cámara, la configuro el temporizador y me pongo en la pose que quiero plasmar, jajaja...

Total, que me ha sacado una foto de espaldas y más adelante, el mismo chico, me ha sacado otra de frente mientras subía los escalones.  Le he dado mil gracias y he continuado jadeante hacia la ermita.




Las personas más mayores se quedaban fliplando al verme por allí con la bici encaramada y subiendo tan campante.  Una me ha dicho: -¿No sería mejor haber dejado la bici abajo?  A lo que le he contestado: -¡¡Mejor seguro que sí, pero si me la roban, a ver cómo vuelvo yo a casa!! 

Por fin llego a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe y como aparecidos de la nada veo a unas cuantas personas que me estaban mirando desde lo alto que me han empezado a aplaudir y a darme la enhorabuena por aquella gesta, jajajajaja.....  Algunos turistas extranjeros también me han fotografiado como si estuviera haciendo algún récord Guinnes o algo así, jajaja.... ¡¡Qué curioso, con el pedazo de paisaje que tenían a sus pies y se despistan con una que sube con la bici hasta la ermita!! jajajaja....  Al final me ha dado hasta la risa de ver la expectación que había levantado entre la gente allí congregada.  Les he agradecido las muestras de ánimo y felicitaciones y me he ido a la entrada de la ermita para tocar la campana 3 veces como es tradición.

De nuevo a aparecido como por arte de Birli y Birloque mi fotógrafo personal de hoy que se me ha vuelto a ofrecer para hacerme la foto de rigor mientras tocaba la campana, jajaja...  Le he dicho que ya lo hacía yo con el trípode porque quería pillar la imagen desde abajo hacia arriba y que con el trípode ya me las arreglaba.  Y va y me suelta el chico:  ¡¡De eso nada, ya te la hago yo!!  Ante su insistencia, le he tenido que dejar hacerme la foto, jajaja... Se ha tirado literalmente al suelo para pillar el ángulo perfecto para la foto, jajaja...  ¡¡¡Más majooooo!!!  Le he vuelto a dar las gracias una vez más y luego he sacado una foto del interior de la ermita que es preciosa.


He mirado el reloj y ya era bastante tarde.  Todavía me quedaba bajar los 241 escalones que había subido hace un rato, así que alguna foto más, que también he tenido la suerte de que me sacaran otras personas y vuelta para abajo con alegría de haber conseguido mi pequeño reto de hoy.










Según bajaba, ya un poco más relajada y quitada la vergüenza de pedir a la gente que me sacase alguna foto, le he dicho a otro chico que me he encontrado por el camino  a ver si era tan amable de sacarme una foto con la flaka mientras bajaba. -Ningún problema.  Me ha dicho. Y me ha hecho la foto.  Le he dado las gracias y he continuado el descenso.



Otro matrimonio de personas mayores, al verme bajando por las escaleras me ha preguntado el hombre a ver si me podía sacar una foto porque le parecía extraordinario el ver a una persona por allí bajando con la bici.  Muerta de la risa por dentro, le he dicho que sí, que vale.  Me ha sacado la foto y se ha quedado tan feliz el hombre, jajaja....

Por fin llego a la base y final de las escaleras y me vuelvo a mojar la cabeza en la fuente y lleno de nuevo el bidón.

Mucha gente me ha felicitado arriba y durante la bajada por la pequeña gesta que había protagonizado, jajaja...

He decidido subir por la antigua carretera de acceso que está cerrada al tráfico y la verdad es que se encontraba en un estado lamentable.  Había mucha piedra y grijo de relleno y no había manera de subirla montada en la bici.  Al final, todo a pata y peleándome con un tábano que me quería hincar el diente, jajaja... Hasta he tenido que echar a correr mientras subía en algunos tramos de mayor agobio.

Por fin llego a la carretera de la costa desde la que he vuelto a bajar a Bakio y donde me he tomado un merecido refrigerio con un pincho de txipiron rebozado para reponer fuerzas. ¡¡Qué rico estaba!!



Vuelta a casa más contenta que ni sé.  Este entreno os lo dedico a tod@s l@s que me soportáis en mis días "plof" y aguantáis mis "chapas" por aquí.  ¡¡Gracias de corazón a tod@s!!

Track Sope-San Juan de Gaztelugatxe.

14 de agosto de 2015.
Hoy hace un tiempo bastante revuelto con desplome de temperaturas y vientos moderados.  Así que la bici ni tocar, no vaya a jugármela por salir hoy a rodar.  Lo que sí me apetecía era ir a pasear a la playa ya que hoy estaba asegurado que no habría mucha gente.  Todavía no me he estrenado en lo que se refiere a la temporada de baños de sol y de agua marina más que nada por el apuro que me da las pintas que tengo con este moreno ciclista que se me ha quedado (no pongo foto para no asustar), jajajajaja.... Así que en cuanto he visto una ventana de buen tiempo, me he preparado y he bajado andando a la playa y me he dado un paseo escuchando el ruido del mar enfurecido.  También han caído algunas fotos, ¡¡cómo no!! Hoy sin reloj-gps que me chivara tiempo, calorías o desnivel.  Día de desconexión.







23 de agosto de 2015.
En unas mini-vacaciones en Noja, he podido salir hoy con la bici a hacer una ruta de carretera por los alrededores. He ido con mi marido y ha estado muy bien el recorrido. Todavía me duele mi pierna izquierda. La gran sorpresa ha sido encontrarme con mi amiga Ana Bustamante, que iba con una compañera de su equipo a la carrera de Ribamontan al Mar en plan calentamiento por un carril peatonal.  La he reconocido enseguida aunque me la he encontrado de espaldas hacia mí.  Me he puesto a su lado bajando un poco la intensidad del pedaleo y ¡¡¡sí, era ella!!!  Frenazo en seco unos metros más adelante, previo aviso a mi marido, y saludo cariñoso con un buen abrazo entre nosotras.  Hemos charlado un ratito, un selfie como Dios manda y a continuar el camino con alegría de haberme encontrado con esta crack del trail.   Luego nos la hemos vuelto a cruzar y le he dado recuerdos para Pablo Criado, su marido, ya que antes se me había olvidado con los nervios e ilusión de verla.  También he visto a un chico alto y bien formado físicamente en la carretera de Argoños hacia Isla, que me ha recordado a Luis Alberto Hernando Alzaga, otro súper  crack del trail al que tengo el gusto de conocer, pero las dudas de si era él o no me han hecho no saludarlo por si me equivocaba. Vuelta a Noja y fotos para terminar una buena ruta de algo más de 35,5km.




25 de agosto de 2015.
Pequeña ruta ciclista por cantabria pasando por poblaciones como Beranga, Hazas de Cesto, Solorzano, Escalante, Castillo, etc.  Ruta tranquila con algunas pequeñas cuestas, pero que en una de las mayores hacia Escalante desde Beranga, justo cuando ya había cambiado a piñón 3 y plato mediano y empezando con buen brío, un chico italiano que se encontraba en el inicio de la subida, me ha parado literalmente para preguntarme si para ir a la ermita de San Román era por esa carretera y si había mucha cuesta por subir.  Le he dicho que sí, que por allí se podía ir pero que no sabía cuán larga sería la subida ya que yo también era forastera por esos lares.   Me lo ha agradecido con dos "ba benne".  Luego me ha costado arrancar la marcha ya que tal y como tenía los cambios, empezar a pedalear de 0, cuesta un poco, la verdad.  Pero al final he podido hacerlo.  Poco tráfico por esa carretera y bonitas vistas de las marismas de Santoña y de Noja .  Al final han caído 35 km.




Resto de vacaciones en Noja.
Excursión al monte llamado el Brusco que se encuentra en el final de la playa de Tregandín.