martes, 24 de junio de 2014

III AMURRIO TRAIL LASTERKETA (22/6/2014)

Hoy ha sido un día grande y lleno de alegría para mí por varios motivos.   El primero es que vuelvo a participar en la Amurrio Trail Lasterketa en su 3ª edición, siendo mi segunda vez en ella.   El segundo, que participando hoy en esta carrera, conmemoro mi primer aniversario en una carrera de montaña. Y la tercera, que esta vez voy acompañada de mi marido que también va a correr por primera vez en una carrera de montaña.  Así que hoy es el día perfecto para que todo salga a pedir de boca.
Cartel de la prueba.
Esta carrera tiene dos distancias.  Una de 25 km con más desnivel y otra de 12km con un desnivel más bajo y pensada para aquellos que se quieren iniciar en este mundo de las carreras de montaña.

La mañana ha amanecido con brumas persistentes aunque el día promete bastante calor y bochorno por las tormentas caídas dos días atrás.

Para no variar, he dormido fatal esta noche y he dado más vueltas en la cama que el hulla-hop de Enrique y Ana, jajajaja..... Total, que a las 6:45 me he levantado ya,  mareada de tanto movimiento rodado, jajaja....

Mi marido también se ha levantado temprano para ir a comprar el periódico mientras aprovecha para sacar a nuestro perrito Puppy, mientras yo desayuno en condiciones para cargarme de energía de cara a la carrera.
Hoy para variar he tomado cereales integrales.
Con todo el equipaje preparado desde el día anterior, desayuno con tranquilidad y me visto. Mi marido, va haciendo sus rutinas y yo las mías.

A las 8:15 de la mañana salimos rumbo a Amurrio para no tener problemas de aparcamiento y así hacerlo muy cerca de la zona de salida-meta así como de la zona de duchas.

Para las 8:45 aproximadamente ya estábamos en el pueblo y hemos aparcado sin problemas a unos 50 metros del centro neurálgico de la carrera.

Hemos ido a recoger nuestros dorsales y chips de control y vuelta al coche para colocarnos los números y artefactos de seguimiento, para después ir a tomar un café a un bar del pueblo.  

Allí ya me he encontrado con las primeras caras conocidas.  Jose Antonio, Xabier, Yosu y alguno más.  Les he saludado a todos con gran alegría y les he presentado a mi marido.  Un poquito de charla y un ratito de relax y para afuera a dar una vuelta.

En la plaza del Ayuntamiento de Amurrio ya se empezaba a notar el aumento de corredores según pasaba el tiempo.  El reencuentro con amigos y compañeros de carreras es uno de los mejores recuerdos que me llevo de cada prueba independientemente del resultado que obtenga en la misma.  ¡¡Cómo me gusta charlar con unos y con otros!!

Con algunos de estos amigos con los que me he encontrado me he sacado foto como no podía ser de otra forma, jajajaja.... Para mí, cada ocasión en la que nos encontremos merece la pena recordarla con una foto al menos.
Con mis amigos Jose Luis (60) y su cuñado Carlos (27) y unos colegas suyos.

Con mi queridísimo amigo Javier Lozano, con el que cada encuentro es una fiesta.
Siempre que me encuentro con mi amiga Montse Vázquez, le grito: "Montserí", jajaja.... Porque es tan dulce como los famosos bombones.
  La tengo gran aprecio y admiración. Y ella me anima muchísimo a seguir en este mundillo.
Mis compañeros y amigos del Club Ertza Mendi Kluba Miribillako Otsoak,  los hermanos Aitor y Alberto,  también estaban allí con ganas de empezar la carrera.
Con los fenómenos hermanos Fernández de mi club Ertza Mendi Kluba Miribillako Otsoak.
También ha venido mi amiga Katia, con la que me echo unas risas y hacemos "postureo" al estilo más "in" que se nos ocurre, jajajaja....
Estamos en proceso de aprendizaje del "postureo" jajajaja.....
He saludado también a varios amigos del equipo Amurrio Trail, como Gaizka, Dani, Yosu, etc. y luego me he infiltrado entre ellos para hacerme una foto de equipo, jajaja....  ¡¡¡Vaya morro le echo últimamente al tema fotográfico, es que no me corto ni un pelo!!!
Foto con los miembros del Club Amurrio Trail.
La carrera comienza a las 9:30 de la mañana y sin darme cuenta se va acercando la hora.  

Mi marido y yo hemos quedado para ir juntos durante todo el recorrido a un ritmo asequible para los dos.

A las 9:25 nos llaman por megafonía para que nos pongamos en el redil de salida.

Otra vez con toda mi ilusión como si fuese la primera vez que corro esta carrera, me voy acercando a la línea de salida y me pongo por la parte delantera de la misma.  Katia hace lo propio y se pone a mi lado, animadas por Montse.  ¡¡¡Menudo plantel!!! jajaja.....


Preparadas para comenzar la carrera y rodeadas de todos los gallos mayores del corral, jajajaja.....
Mi intención este año es mejorar algo el tiempo que hice el año pasado en mi primera participación en esta carrera de montaña.  La marca del año anterior fue de 1h 44'.   Lo que no tengo claro en absoluto es en cuánto tiempo seré capaz de recortarla, pero con las ganas he ilusión que voy, desde luego que voy a correr todo lo mejor y más rápido que pueda.  Si consigo bajar 5 minutos, bienvenido sea.  Y si es algo más pues ya es que lo voy a flipar a colorines, fijo,  jajajaja....

Mi marido se queda perdido entre el tumulto de corredores y sé que lo más seguro es que se haya puesto muy al fondo del pelotón de salida.   Echo la mirada hacia atrás poniéndome de puntillas para localizarlo pero no lo consigo, así que no me agobio demasiado,  pues sé que en unos pocos metros me dará alcance e iremos juntos como habíamos quedado.

El "speaker" comienza a dar unos últimos avisos e instrucciones y comienza la cuenta atrás desde 10.  Le deseo suerte a mi amiga Katia y a Montse y a todos los de alrededor y les digo lo que suelo decir en estos casos.  ¡¡No me atropelléis por Dios!! jajaja....

Según va avanzando la cuenta atrás, miro el reloj y de estar en unas pulsaciones de 85, veo que empiezan a aumentar hasta llegar a sobrepasar la cifra de 115 ppm cuando solo quedan el 3......2......1..... ¡¡¡Aurreraaaaaa!!!  

¡¡¡Salida meteórica con todos los corredores de "pro" que vienen pegando fuerte!!!
Pongo mi reloj-pulsómetro-gps Garmin en marcha y salgo escopetada empujada por el pelotón de corredores que empiezan a darle a la zapatilla a un ritmo muy bueno, jajaja....

Consigo ir un ratito al lado de Montse y de algunos "galgos" de la prueba, aunque por dentro voy pensando que tengo que dosificar, pues aunque es una prueba de 12 km. la que voy a correr, si salgo demasiado rápida me voy a quemar muy rápido, jajaja...   Vamos, que iba repitiéndome una y otra vez para mis adentros: "-¡¡De menos a más Yolanda, de menos a más, que luego te "gripas"!!-   jajajaja.....

La cosa es que siendo los primeros 800 metros de asfalto hasta la hora de meternos por una pista, iba mirando cada dos por tres hacia atrás para ver si divisaba a mi marido.  ¡¡Teníamos que ir juntos!!

Poco antes de llegar a una pista pedregosa, a la altura de los primeros 600 m. de recorrido aproximadamente, mi marido por fin me da alcance y se pone a mi lado.  Yo toda aliviada le digo: -"Joer, ya pensaba que no venías".  A lo que me contesta: -"Es que has salido muy rápida, como siempre".  Y yo, toda asustada le digo: -"¡¿¡¿Sí, tanto?!?!  ¡¡¡Pues ya la he vuelto a "cagar"!!!  Y empiezo a auto-convencerme de que si no bajo un poco el ritmo, las voy a pasar canutas no, ¡¡¡lo siguiente!!!

Al final, decido bajar un poco el ritmo he ir subiendo las primeras cuestas a pasito de hormiguita pero sin dejar de correr y le digo a mi marido que tire para adelante que ya nos encontraremos en el camino.

De repente, mientras sigo subiendo la pista de piedras con la cabeza hacia abajo para ver dónde pisaba, oigo voces que saludan a Ikar, un buen amigo que hace una semana y pico tuvo un buen susto en forma de accidente con su bicicleta de montaña mientras bajaba del monte Ganekogorta y que estuvo ingresado varios días en la UCI por la gravedad de sus heridas. Entonces hago el esfuerzo de estirar el cuello y levantar la cabeza y lo veo a lo lejos.  ¡¡¡¡Menuda alegría verlo vivito y coleando con su bonita sonrisa!!!!  Y de repente me sale un pedazo chorro de voz para gritar su nombre y levantar mis brazos saludándole desde la distancia hasta que llego a su lado y le estrecho su mano extendida para saludarme.  ¡¡¡Qué subidón de moral y adrenalina!!!  Ahora sí que iba contenta y con ganas de dar guerra de verdad, jajajaja......

Me siguen pasando corredores, pero me centro en lo mío, pues sé que si me empiezo a agobiar, me costaría más avanzar.  Además muchos de los que corrían eran de la carrera de 25 km, así que no me preocupaba mucho.  También me pasó Katia y la deseé suerte,  pues ella iba a la carrera larga.

Pasado el primer kilómetro, nos metimos en unas campas que tenían la hierba fresca y fina bastante crecida.  Nos llegaban las hierbas a todos los corredores a algo más arriba de la rodilla.  Era una gozada correr con ese suave masaje de la vegetación sobre las piernas mientras ascendíamos suavemente en desnivel positivo.

Al cabo del kilómetro y 900 metros, llegamos a una casa y debemos girar hacia la derecha para correr un pequeño tramo de carretera de unos 100 metros  que seguidamente nos devolvería por un desvío hacia la izquierda a una pista más o menos natural por la que he ido avanzando a buen ritmo.

Llego a un cruce de caminos y estando perfectamente señalizado todo el recorrido, veo que tengo que ir hacia la izquierda para adentrarme en zona boscosa y empezar así el ascenso a la parte más alta del recorrido, el monte Babio.

Ahora llega la parte más dura de la carrera, pero también la más bonita.  Discurrir por estrechos senderos montañosos con gran vegetación arbórea es una gozada para los sentidos. Allí, todos éramos prácticamente iguales, pues íbamos a ratos trotando y a ratos andando por la dificultad de la orografía de la montaña.

A la altura del kilómetro 3, me vuelvo a encontrar con mi marido, que me estaba esperando.  ¡¡Qué alegría, ya volvíamos a estar juntos e íbamos a continuar la carrera!! 

Pero cuando llego a su lado, le pregunto: -"¿Qué tal vas?.  Y me dice: "Mal, me duele bastante el tobillo".  Me preocupo, pero le animo a ir al tran-tran para que no sufra más su tobillo. Al de unos 250 metros más adelante, mi marido me dice que le duele mucho y que no va a poder seguir.  ¡¡Qué disgusto!!  Lo siento por él realmente, pues me hacía mucha ilusión ir acompañada por él en esta carrera que fue mi estreno en carrera de montaña, así como lo íba a ser en su caso.

Entonces, entiendo que lo mejor es que se dé la vuelta y vuelva por el mismo camino recorrido hasta el momento, hacia el pueblo.

Me da un pequeño bajón moral y anímico y las lágrimas asoman a mis ojos inevitablemente por esta inevitable decisión que ha tenido que tomar mi marido.  Me da mucha pena por él, pero es la mejor decisión que ha podido tomar. Pero me tengo que reponer y pienso que ahora tengo un motivo más por el que esforzarme a tope para conseguir hacer un buen tiempo y mejorar lo logrado el año pasado.  Por él y por mí.

A partir de ese momento encaro la carrera con otra mentalidad.  La de superarme a mí misma más allá de competir contra nadie.  Como siempre digo, yo voy a las carreras a participar, no a competir contra nadie.  En todo caso compito conmigo misma para intentar mejorar y esta ocasión lo merecía.

Desde el kilómetro 3 hasta el 4,3 aproximadamente es donde la carrera se pone más interesante y difícil pues en ese tramo  se asciende de los 350 a 568 metros de altura, con lo cual el desnivel se nota y mucho por las empinadas sendas que a veces hacían bucles y una especie de escalones naturales gracias a las piedras y raíces de los árboles del bosque que se tiene que atravesar.

Entre el sudor y las lágrimas por la pena de tener que ver a mi marido abandonar la carrera casi no veo nada y he tropezado varias veces con las raíces del camino.  Me escocían los ojos un montón, jajajaja.... Y para colmo se me había olvidado en el coche el buff con el que me voy secando todos esos fluídos que suelto en carrera, jajaja....  Así que iba un poco cegata.

Una vez hecha la cima en el monte Babio llego al primer avituallamiento con cantidad de voluntarios y gente animando.  Muy completo con variedad de cosas para comer entre las que estaban unos ricos filipinos, cacahuetes, plátanos, naranjas y algo más a parte de agua y bebida isotónica.

Como rápidamente 3 trozos de plátano, bebo un baso de agua y cojo dos gajos hermosos de naranja que ya estaba pelada y todo (un detallazo, la verdad) y bajo ladera abajo a toda pastilla intentando apretar la zancada cada vez más, pasando a varios corredores que iban un poco más relajados,  jajajaja....  Parecía que llevaba metida una guindilla "ahí", jajajaja....

Durante un kilómetro y pico corro en torno entre los 4:30min/km y los 5:17 min/km aproximadamente lo que me da un plus de moral pues me veo bastante fuerte y con ganas de acelerar la zancada, así que eso hago.
¡¡¡Voy fenomenal en todos los sentidoooooosss!!!!
Sigo avanzando a buen ritmo por senderos muy bien señalizados que no te permitían perderte en ningún momento pues las cintas estaban puestas cada 50 metros en muchos tramos y en las bifurcaciones incluso había carteles para que no quedase ningún tipo de duda de hacia dónde dirigirse.  Cuando paso por al lado de unos senderistas a toda velocidad, le oigo a uno decir: -"¡¡Ahí va la primera chica!!"   Yo que lo oigo, me asombro y pienso: "¡¡¡¡¡Ostraaassss.....pies para qué os quiero!!!!!" y le meto zapatilla al asunto toda emocionada.

A la altura del kilómetro 6,9  y cuando llevo 50 minutos en carrera, vuelvo a pisar una pista que ya no es natural propiamente dicho. Es una bajada que se prolonga durante un kilómetro aproximadamente y que me permite correr entre 4 y 4:20min/km.  para llegar a un barrio llamado Mendeika que se encuentra a 450 m. de altitud.

Las pulsaciones durante todo lo que llevo en carrera no han sobrepasado apenas las 150, así que voy bastante bien, corriendo a gusto y sin agobios físicos de ningún tipo.  Tengo ganas de correr más y más rápido si puedo.
Estoy disfrutando mucho de esta carrera, se nota ¿no?
Pasados unos 500 metros desde Mendeika y una vez se pasa un vallado de madera llego al segundo avituallamiento líquido y sólido.  No tiene tanto como el primero, pero es suficiente para mí.  Bebo rápido un vaso de agua y me sacan unas fotos allí mismo y marchándome, lo cual les agradezco pues les digo mientras salgo corriendo que tengo un blog donde me gustaría incorporarlas. Allí me dicen también que soy la segunda chica, con lo cual me doy cuenta de que a los senderistas aquellos se les había escapado de su vista la primera chica, jajaja.... Pero eso no me desanima y sigo corriendo todo lo más rápido que puedo, pues pienso que igual no está muy lejos la primera y le puedo dar alcance.
Concentrada y cogiendo aire mientras como plátano y bebo agua.
¡¡¡Qué cara de susto!!! jajaja.... Quería beber lo más rápido posible, jajaja...
Ya lo sé, ya lo sé que siempre digo que voy en plan participativo y no competitivo, pero es que "las ocasiones las pintan calvas", así que tenía que intentarlo, jajajajaja.....

Tras este segundo avituallamiento me vuelvo a introducir por un estrecho sendero en el que había que mirar bien al suelo para no tropezar con las piedras y raíces de los árboles y con exhuberante vegetación por todos los lados que acariciaba todo el cuerpo.  También había que tener cuidado con los ojos, ya que algunas ramas estaban a esa altura y había que agacharse inevitablemente para no quedarse tuerto o con algún buen arañazo en la cara, jajajaja....  Parecía que estaba huyendo de alguien, pues eso de correr y agacharse a la vez en ciertos momentos hacía más divertido el recorrido. 
Despidiéndome de los simpáticos voluntarios del 2º avituallamiento.
Cuando llevo recorridos 9,2 km, vuelvo a retornar al camino de inicio de la carrera para descender al pueblo de Amurrio.  Puedo correr muy a gusto y rápido por los senderos y campas que había atravesado unos kilómetros atrás. Miro el reloj y veo sorprendida que cuando vuelvo a tocar pista de asfalto, a la altura del kilómetro 10,8, llevo sólo 1h y 11 minutos en carrera y pienso que sí voy a conseguir recortar el tiempo hecho el año pasado.

Tras esa gran alegría que me da el comprobar que iba a hacer realidad el acabar la carrera por debajo del tiempo del año anterior, aprieto la zancada con energía y con ganas de acabar la carrera para llegar a meta.

Últimos 500 metros aproximadamente para llegar a meta.  Estoy eufórica, lo voy a conseguir, quiero correr más rápido, llego a la zona de la gasolinera con una sonrisa en la cara que no se me quita, me da paso el policía municipal animándome mucho, enfilo la recta final, veo el arco de meta, por megafonía oigo mi nombre a los cuatro vientos, levanto los brazos, empiezo a aplaudir, me emociono, busco a mi marido con la mirada, consigo no llorar, sólo sonreir y al fin llego a meta con mi marido y varios amigos por allí esperando.
¡¡¡Ya llegoooooo!!!
¡¡¡Qué alegría tan grande!!!
La felicidad absoluta al llegar a meta.
¡¡¡¡Lo conseguí!!!!
Lo he logrado, he acabado la carrera cuando se cumplía 1h 18' 17'' por mi reloj-gps.  2ª mujer en la clasificación femenina y 21ª de 46 en la general.  La alegría me desborda, me saludan unos amigos, luego voy en busca de mi marido para darle unos besos y un abrazo.  Muy satisfecha viendo que he recortado en más de 26 minutos mi tiempo del año pasado.  Así que la carrera de hoy ha sido todo un éxito para mí a pesar de tener la pena de no poder compartirla con mi marido entrando a meta los dos de la mano.  Eso hubiese sido la leche, pero tendrá que ser en otra ocasión.  Lo importante es que mi marido se recupere para que me pueda acompañar en una futura ocasión a una carrera de montaña. Eso me haría especial ilusión.

Tras recoger la magnífica bolsa del corredor que dan en esta carrera, en la cual incluyen productos alimenticios típicos de la zona como queso, txakoli, txistorra y morcilla más una bebida recoveri y algo más, me voy a duchar rápidamente pues quiero ver llegar a muchos amigos de la carrera de 25 km.

He podido sacar fotos a muchos de ellos y luego charlar con unos y con otros, haciéndome fotos con algunos más.
Con mi admirado amigo Xabier Gonzalez Arzuaga que logró un 2º puesto en la carrera larga.
¡¡Qué alegría me dio volver a ver a mi amigo Ikar tras el grave accidente que tuvo en bici de montaña!!


Aquí está el fenómeno deportista y humilde persona, Xabier con su trofeo y regalos
por lograr alzarse en un meritorio 2º puesto, aunque sufrió varias caídas en el recorrido.
Un día redondo y para recordar y celebrar mi primer aniversario en una carrera de montaña.

El año que viene tocará hacer la carrera larga sí o sí, jajajaja....  ¡¡¡¡Ya tengo objetivo para el futuro!!!!
La bolsa del corredor no tiene desperdicio.  ¡¡Y nunca mejor dicho!!
Track de la carrera.


Plano aéreo del recorrido de la prueba así como el desnivel y velocidad llevada durante la carrera.

Hoy peso: 60 kg.

miércoles, 18 de junio de 2014

9ª KOSTA TRAIL (15/6/2014)


Este domingo pasado corrí por primera vez la Kosta Trail.  

Se trata de una carrera solidaria que recauda el dinero de las inscripciones para destinarlas a la Fundación Vasca de Esclerósis Múltiple Eugenia Epalza, que auna monte, asfalto, acantilados, playas y bosques.  Es una carrera que se prepara con mucha dedicación y mimo para ir mejorándola y renovándola año tras año.

Cartel de la carrera.



Por la mañana desperté temprano y antes de tiempo como siempre que tengo una carrera.  Con mucha ilusión y a la vez dudas sobre si sería capaz de acabarla desayuné con fundamento y me vestí con la ropa de correr.  Tampoco quise darle muchas vueltas al tema para no abobiarme demasiado pensando en la distancia y en el desnivel, pero tenía claro que seguramente tocaría sufrir un poco y más teniendo en cuenta que nunca he hecho esa distancia del tirón ni siquiera en entrenos.
Desayuno extra de energías.
Salí de casa a eso de las 8:15 para subir a la plaza del ayuntamiento ya que había quedado allí con un amigo para darle su dorsal, que se lo recogí el día anterior en Forum Sport mientras colaboraba un poco en las labores de reparto de dorsales.

Encuentros con muchos amigos, charlas, risas y fotos como no podía ser de otra manera, jajajaja....  Estos momentos previos me gustan mucho porque me reencuentro con personas que en algunos casos sólo las veo en las carreras y me hace especial ilusión volver a encontrarme con ellas.  Se crea un vínculo amistoso muy bonito, la verdad.


Con mi amigo desde la Costa Quebrada, Raúl Puerta. ¡¡¡Menudo cariño
nos hemos cogido mutuamente desde la primera vez que coincidimos!!!


Con mis amigos Jose Miguel y May.

Foto graciosa todos al mogollón con Aitor Fdez., Iñaki Gtrez., Josean Guzman, Alberto Fdez., Aitor Fontanes, Imanol Montiaga, David Oroquieta  y Jose Miguel Corcuera.


Foto de equipo:  Iñaki Gtrez., David Oroquieta, Aitor Fdez., Borja Basterrechea, yo, Imanol Montiaga, Aitor Fontanes (Pura vida) y Josean Guzman y Alberto Fdez.

Con mis amigos Roberto  Garay y Katia Merino antes de la carrera.
Poco a poco va pasando el tiempo y al final llega la hora de la salida de esta 9ª edición de la Kosta Trail y mi primera participación en ella.  

Como ya le dije a Nùria Picas el día anterior durante la charla que nos dio en el Aula de Cultura de Sopela, tenía la intención de ponerme en primera línea de salida para que me hiciese de liebre ya que ella tenía el dorsal 7 y yo el 8, jajajaja.....


Así lo hice, jajaja.... Con toda mi jeta!!!  También saludé a Miguel Angel Heras.  Luego se me pusieron algunos por delante, pero creo que en alguna foto ya saldré, jajaja...

Falta ya muy poco para dar comienzo de la Kosta Trail.
Se dio el pistoletazo de salida y claro,  ¡¡¡cómo no!!! Salí a toda mecha porque si no, me pasaban como apisonadoras por encima todos los que venían por detrás mía, jajaja....

El primer kilómetro y medio aproximadamente es asfalto y claro, allí la gente se quería ya posicionar en la carrera.


Tuve la oportunidad de aguantarle a Nùria Picas durante 2 minutos pegada a ella, aunque en la salida le llevé la delantera durante unos 400 metros, jajaja.... ¡¡¡Y yo toda emocionada!!!


Y le decía a Nùria a grito pelado mientras subíamos por la carretera de acceso al desvío para ir a la pista que va hacia el Munarrikolanda: "No te me escapes Nùria que ayer quedamos en que me hacías de liebre, eeeeehhhh" jajaja... Y ella partiéndose de risa, jajaja....


A Miguel Angel Heras lo vi pasar pero luego a la llegada me enteré de que se tuvo que retirar. Venía de correr en su pueblo una carrera de 100 km. el día anterior y claro, como persona humana que es venía cansado, pero quiso no faltar a esta cita de la Kosta Trail.


Después de salir escopetada en ese primer kilómetro y pico, recordé lo que tantísimas veces me dice mi amigo Pablo y tantísimos amigos más.  Eso de empezar de menos a más y cuando afronté el inicio de la pista de hormigón para acceder a la zona de monte, ahí me lo tomé con más calma y fui subiendo al trote sin apretar a tope, sabiendo todo lo que me quedaba por delante.


Subiendo los primeros metros por terreno natural, fui a ritmo constante y en algún momento pude pasar a algún corredor.  Aunque a mí me pasaban muchos más, jajaja...


Yo no me quería agobiar pensando en los que me pasaban, ya que era normal que saliendo desde adelante del todo, me pasase un montón de gente.


Yo fui a lo mío y me centré en la carrera.  Donde podía correr, corría.  Donde no podía correr, trotaba o caminaba y así hasta llegar a la cima del Munarrikolanda tras pasar el bunker que está situado junto a ella.


Muy contenta porque me veía bien y sólo iba sufriendo lo justo que implica el comienzo de una carrera hasta que todos los baremos se estabilizan.


Luego tocó bajar por las zonas perfectamente marcadas y en las más técnicas y conflictivas había gente avisando del peligro y carteles extras poniendo "desnivel peligroso" y fui bastante ligera bajando, la verdad.


Pero a la altura del kilómetro 6 aproximadamente y justo antes de llegar al primer avituallamiento donde estaba mi marido, en una de las bajadas que tenían surcos, huecos y piedras en el suelo, me torcí el tobillo izquierdo.  Tuve que parar casi en seco, pues me dolió bastante y me asusté de pensar que me podía haber hecho una avería.


Me vine un poco abajo anímicamente de pensar que a lo mejor tnía que abandonar la carrera si aquello empeoraba.   Las lágrimas asomaron a mis ojos por la rabia que sentía en aquél momento.   No podía creer que después de pasar tantas veces entrenando por aquellos andurriales sin demasiados problemas ni sustos y conociéndome casi de memoria hasta las piedras, ramas y agujeros del camino, justo el día de la carrera tuviese tal contratiempo.  Me enfadé conmigo misma mucho por comprobar lo torpe que fui.


Luego también me enteré de que hubo varios casos de esguinces e incluso un amigo mío se dio un tremendo golpe contra un árbol y se debió de hacer mucho daño en las costillas.


Llego al primer avituallamiento y como había aprovechado para avisarle a mi marido de que llegaba mientras había bajado un poco el ritmo, me pudo sacar unas fotos.



Llegando al primer avituallamiento. Foto de mi marido.

Allí, mientras llegaba, aceleré un poco el paso para que no se me notase mucho que iba fastidiada, saludé y sonreí para disimular.  Aunque por dentro llevaba la preocupación de no saber cómo evolucionaría la torcedura.  Bebí bastante líquido y rellené el botellín.  Le comenté a mi marido lo que me había pasado pero el pobre estaba tan liado con el tema del avituallamiento que no sé si mi escuchó o me dijo algo, jajaja....  Bastante tenía él con atender allí a todos los que llegábamos.


Luego me fui al trote y pensé en llegar al siguiente avituallamiento, que se encontraba en el km  10 y allí decidir si seguir o no en la carrera según viese las sensaciones que me mandaba el tobillo.


También fui muy atenta de beber y de comer en cada avituallamiento.  Llevé 3 geles y dos barritas energéticas en total aunque había geles y barritas energéticas en dos de los avituallamientos. Me tomé el primer gel cuando se cumplió una hora de carrera. 


Luego, según iban pasando los km. parecía que el dolor iba menguando poco a poco y pude apretar un poco más el ritmo.


Llegué al 2º avituallamiento y comí 5 trozos hermosos de plátano, 3 trozos de naranja, agua y 4 onzas de chocolate que cogí mientras me alejaba para encarar la 2ª parte de la carrera por llamarla de alguna manera.


Para mí, la primera parte del recorrido era todo el Munarrikolanda hasta llegar a Berango.  La segunda parte la consideré desde Berango a Plentzia.  Y la tercera parte la que va de Plentzia hasta Sopela y meta.


Como habían anulado la bajada a la playa de Azkorri por la peligrosidad que había de desprendimientos, nos metieron por unos senderos muy chulos del pinar atlántico de la parte alta de la playa de Azkorri.


Saliendo de los pinares estaba mi amiga Estrella y el marido de mi amiga Katia sacando fotos y me retrataron ambos.  ¡¡Qué suerte!!



Foto cortesía de mi amiga Estrella Mata.


Foto cortesía de Jon (marido Katia).

Luego salimos a una carretera en la que nos juntamos con parte de las marchas de montaña.  Cuando me acercaba a ellas, les decía:  "tilín-tilín, que va una de la carrera" y la gente me abría paso sin ningún problema.
Foto cortesía de Kepa Intxaurza.

Después, ya tocaba bajar a la playa de la Salvaje desde el acantilado y por una ladera lateral en la que hay un minúsculo caminito de cabras por el que descender.  Atravesé la playa por la arena húmeda y subí por el otro extremo de la playa a través de un senderito que subía por otra ladera y que daba a los aparcamientos de dicha playa.  Allí estaba el tercer avituallamiento líquido esta vez.

Vi que el tobillo no se me había hinchado ni nada, aunque me molestaba un poco de vez en cuando, por lo que pensé que al final, después del susto y del agobio inicial, podría seguir en carrera e intentar acabarla.


A la altura de la playa de Arrietara tuve que hacer una parada técnica de emergencia, jajajaja.....  Necesitaba ir al wc como alma que lleva el diablo, para soltar lastre, jajajaja.... Eso de querer y no poder, me impedía correr con alegría, jajaja.....


Correr por los acantilados fue muy guay, pues daba una buena brisa que yo aprovechaba para abrir los brazos en cruz y recoger todo el frescor que me daba en todo el cuerpo.  ¡¡¡Una gozada!!!


La bajada a la playa de Meñakoz, también había que hacerla con mucho cuidado pues era como una pared de piedra caliza picada y desmenuzada por la cual correr se antojaba un poco peligroso.  Vamos, que era una lotería el caerse por allí o no.


La bajé con decisión y sin mucho miedo, pues pensaba que si se me iba un pie hacia adelante, intentaría ir derrapando o surfeando sobre las piedras, jajaja...


En la subida de esta última playa le vi a Iñaki, un compañero de mi club, con su cámara Go-Pro, grabándonos a los que subíamos por allí, jajaja....  Era un sitio muy guapo, pues había que subir literalmente a 4 patas porque la piedra desmenuzada te hacía echar el cuerpo a tierra, jajaja.... Pero pude medio incorporarme mientras subía para poder saludarlo y darle la mando en señal de agradecimiento por los ánimos y por estar allí esperándonos a todos, jajaja....


Luego de vuelta a los senderos que discurren por los acantilados hasta llegar al avituallamiento sólido y líquido de Barrika, me rellenaron amablemente el bidón mientras comía varios trozos de naranja para reponer vitamina C.  Cogí una barrita energética y un gel.  Pero al incarle el diente a la barrita vi que era como un puñetero chicle con tropiezos, jajaja....


Un surfista que estaba por allí viéndonos pasar a los corredores, cuando me vio, se empezó a partir de la risa porque iba yo jurando en arameo por culpa de la barrita ya que se me había pegado a los dientes, jajaja.... Y delante de él la tuve que escupir todo lo que pude para quitármela de dentro de la boca, jajajajaja.... Casi me atraganto con la barrita de las narices, jajaja....


A beber agua a saco para quitar el sabor y despegar los trozos por mi boca diseminados, jajaja...


Menos mal que llevaba yo dos barritas de casa por si las moscas.  Me comí una de muesli con chocolate que me supo "a teta", jajaja...


No fui muy pendiente del reloj para no abobiarme, pero sabía que si no llegaba al último avituallamiento de Plentzia antes de las 13 horas, no me dejarían seguir en carrera pues allí habían establecido el corte máximo de tiempo de paso.


Al pasar la zona de acantilados de Barrika que llega a la bahía de Plentzia, nos metieron por un bosquecillo muy chulo por el cual había que ir con cuidad de no tropezar con las raíces de los árboles y con sus ramas retorcidas.  Era como un bosque de cuento.  Sólo faltaban por allí los Pitufos correteando, jajaja....

Foto cortesía de Jonathan Vegas.

En aquél momento fui con un chico al que alcancé y que iba hecho polvo el pobre. Ya había tenido alguna caída y todo por lo que me contó.  Le animé a que fueses trotrando suavemente conmigo, pero me dijo que no podía, que tirase yo para adelante.  Finalmente tras ir un ratito juntos hablando, nos deseamos suerte y me fui.

También pasé a algún otro corredor que ya iba tocaddo. Uno que llevaba zapatillas minimalistas de ésas que no tienen casi suela.

Cuando salí del bosquecillo aquél, vi con alegría que iba a poder llegar antes del corte de las 13 horas de Plentzia.  Me alegré mucho pues no confiaba en mis posibilidades de poder conseguirlo.

Cuando se cumplían las 3 horas y 33 minutos aproximadamente, siendo en aquél momento las 12:33 h. llegué al último avituallamiento y dentro del plazo que habían dado.   ¡¡¡Qué ilusión me hizo, podría seguir en carrera para volver  a Sopela!!!

Bebí todo lo que pude, me refresqué echándome un poco de agua por encima y mojé bien el buff para ir refrescándome durante el resto del recorrido.  Ya sólo quedaban 5 kilómetros para llegar a meta.

A unos metros del último avituallamiento había unos cuantos animando a unos amigos suyos y cuando me vieron a mí se pusieron como locos a animarme también, jajaja... ¡¡Qué bien me vino!!  Les saludé a todos y les agradecí los ánimos.

Las piernas ya empezaban a notar el paso de los kilómetros desde hacía unos kilómetros atrás, pero a pesar del cansancio inevitable, la ilusión que tenía por acabar la carrera pesó más y tiré para adelante como pude.

Sabía que los kilómetros atrás corridos, trotados y caminados me irían pasando factura, así que esta última parte de la Kosta Trail me la tomé con relativa calma pero sin relajarme en exceso pues pensé que cuantos acabase la carrera mejor para mí para no demorarme mucho más.

Me tomé un tercer gel y bebí bien de agua para pasarlo y afrontar los últimos kilómetros.

Desde este último punto de Plentzia, el trazado de la carrera transcurre unos cientos de metros por asfalto y luego se vuelve a meter por terreno natual con bien de sombra por el que pude trotar en algunos tramos y en otros inevitablemente caminar debido al cansancio y a que el terreno era un poco irregular aunque no tenía mucha denivel positivo.

Cuando salí del bosquecillo aquél, a la altura del km 27,5 me di cuenda de que estaba a punto de acabar la carrera.

La emoción y las lágrimas volvieron a mi corazón y a mis ojos.  Estaba asimilando de que sí, que era posible que fuese acabar la carrera y de que había sido capaz de hacer esa distancia que tanto respeto me daba.

Tuve que contenerme y centrarme en mis pasos rápidos según me iba acercando a Sopela, aunque el ritmo tampoco era para echar cohetes, pero no me preocupaba realmente.  Me quedaban los últimos 2 km de carrera.   Iba a conseguir acabar la Kosta Trail y eso para mí era muy importante a nivel anímico y gratificante del todo en el plano personal.

Cuando pasé por el parque Iturrieta, más conocido como el parque de la ballena por su estanque central de donde emerge una cola de una ballena, ya aceleré el paso y apreté al máximo que pude para enfilar la carretera y ver a unos 200 metros el arco de meta.
Parque Iturrieta "de la ballena".
Me desenrosqué el buff de mi equipo totalmente mojado de la muñeca y lo cogí por un extremo empezando a agitarlo con alegría desbordada e incluso con una especie de rabia interna sabedora de que le había ganado la batalla al miedo que me daba la distancia de esta carrera.  Levanté los brazos riendo y con las lágrimas empañándome la vista totalmente.

Cuando me quedaban unos pocos metros para cruzar a meta, dijeron mi nombre por megafonía y rompí a llorar de emoción, alegría y satisfacción desbordada por haber logrado acabar la carrera y por fin pasé el arco de la meta.


La llegada a meta fue para mí un sueño hecho realidad.
Llorando de alegría y rabia a la vez por haber luchado tanto por acabarla.
Desinfle total al llegar a la meta.   ¡¡¡¡¡Lo había conseguido, acabé la Kosta Trail!!!!!


Los aplausos de la gente que por allí había me hicieron no parar de llorar, aunque sabía que era posíblemente de las últimas en llegar, pero eso a mí realmente no me importaba en absoluto.   Me debía a mí misma ese disfrute final de carrera.

Enseguida vino gente a felicitarme y yo venga a llorar y a abrazarme a todos. 

Mientras, mi marido y mi amiga Estrella estaban retratándome en aquellos momentos mágicos llenos de emoción en la que me vino a saludar efusívamente un chico cántabro con el que coincidí en la Costa Quebrada, también vinieron a felicitarme los del club y más amigos.


Varios felicitándome.
Felicitación de mi amigo cántabro Raúl Puerta.
Luego busqué a mi marido entre el tumulto de gente y también nos dimos un abrazo muy largo y me dijo que lo había hecho muy bien, que él no hubiese acabado la carrera ni loco.  También saludé a mi amiga Estrella que fue en plan reportera fotográfica.

Desde luego que ésta será otra de las carreras que no olvidaré jamás en mi vida por todo lo que ha significado para mí a nivel personal y sobre todo en el plano de la autoconfianza.

Gracias a todos los conocidos y amigos que me animaron antes y durante la carrera y a los que me vinieron a felicitar al terminarla.

Gracias a Forum Sport por organizar tan estupendamente bien esta fabulosa carrera de la Kosta Trail, así como a todos los voluntarios de los avituallamientos, cruces y zonas de peligro que hicieron su trabajo magistralmente.

No me extraña que cada año se superen las expectativas de participación.  Se nota que preparáis esta carrera con mucho cariño y muchísima dedicación y entrega por hacerlo lo mejor posible.   Además este año he tenido la suerte y oportunidad de  poder aportar mi pequeño granito de arena en este evento deportivo y estoy deseando de volver a hacerlo en la siguiente edición, así que contad conmigo para lo que haga falta.




Hoy peso: 58,8 kg.