sábado, 29 de noviembre de 2014

Comunity run en Bilbao. City Trail. (27/11/2014)

Aquí estoy de nuevo.  No, no he vuelto a las carreras.  Sigo lesionada y aún me duran la falta de ganas de correr y entrenar ya que no tengo objetivos ni carreras a la vista de momento.  Aunque espero y deseo que poco a poco todo vuelva a su cauce normal más o menos.

La cuestión es, que habiendo pasado prácticamente todo el mes de noviembre sin apenas hacer nada de ejercicio físico de intensidad, hace unos días y de casualidad me surgió la oportunidad de participar en una "comunity run" de la mano de la firma deportiva Salomon y Forum Sport.

En este evento, lo que se trata es buscar en la ciudad lo que habitualmente y de manera fácil encontramos en la montaña.  Poder correr haciendo desnivel como si estuviésemos en plena naturaleza pero en la ciudad.   Es una nueva disciplina que se está imponiendo poco a poco pero que cada vez gana más adeptos en todo el mundo.

Cuando no se tiene tiempo suficiente para ir a la montaña a correr, la alternativa más certera es correr por la ciudad buscando, explorando y descubriendo nuevos rincones que muchas veces pasan inadvertidos a los ojos y en este caso a los pies de un@ corredor@.   Para ello, se buscan caminos que icen al deportista a las zonas más altas de las urbes, bien subiendo escaleras, rampas, etc., y jugando con distintos tipos de suelos, desde la baldosa clásica, pasando por el adoquín, suelos de madera, de rejilla metálica, etc.

Para conseguir disfrutar de esta actividad, la firma Salomon ha creado unas zapatillas muy versátiles enfocadas a transitar por diferentes desniveles, ya sean positivos o negativos y en los variados tipos de suelos que se pueden encontrar en una ciudad como he comentado más arriba.

Aún no habiéndome recuperado de mi fascitis plantar, me apetecía muchísimo volver a practicar city trail por Bilbao, así que me apunté a una de las últimas plazas que quedaban.

Llegó el día y el punto de encuentro era en un gimnasio que se llama Ifitnnes a las 19:00 horas.

Aparezco por el centro deportivo y ya había varios corredores por allí.  Saludo a unos y a otros y me vuelvo a encontrar con algunos a los que hacía tiempo que no veía.  También saludo al que es nuestro guía y representante de la zona norte, Dani Oneka, con el que tras saludarlo alegremente charlo un ratito muy agradable.


Los representantes de Salomon nos dan unas zapatillas que previamente tuvimos que reservar con nuestro número de pie y además nos obsequian con una toalla, un vaso de pástico de la firma y un niki que llevaremos todos como símbolo y slogan del city trail que vamos a poner en práctica y para identificarnos entre la multitud y dar a conocer esta nueva modalidad deportiva.

 




El gimnasio Itfitness nos presta amablemente sus vestuarios y taquillas para poder cambiarnos.

Nos reunimos en una sala polivalente y tanto los representantes de Salomon, como nuestro guía Dani nos dan una pequeña charla explicando la esencia del city trail y qué es lo que vamos a recorrer.

Una vez finalizada la pequeña charla todos nos disponemos a disfrutar de una manera diferente el correr por la ciudad.

Somos alrededor de unas 50 personas por lo que el grupo se tiene que estirar un poco sobre todo en ciertas zonas o calles que sean un poco estrechas para no molestar a los transeuntes y así poder avanzar sin tener que parar por taponamientos.


Desde la calle Jose Mª Olabarri, bajamos hacia el Puente del Arenal de la capital vizcaína para seguido ir hacia la Plaza del Arriaga y continuar bordeando el Paseo de la Rivera que nos lleva hasta el Puentre de las Mercedes, el cual cruzamos, para continuar por la margen izquierda de la Ría del Nervión y llegar hasta el Puente de San Antón, el cual atravesamos para retomar la margen derecha y pasar junto a la iglesia bilbaína del mismo nombre que el puente de la parte vieja de Bilbao, bajando por unas estrechas escaleras.




Discurrimos todo el grupo de corredor@s por la parte trasera del Mercado de La Rivera  llegando a la parte frontal del mísmo, no perdiendo de vista la ría bilbaína por el momento.

Tras detenernos en un semáforo, nos dirigimos hacia el epicentro del Casco Viejo de Bilbao, sorteando a los transeúntes que abundaban por las callejuelas estrechas sin ningún problema.

La gente, al vernos venir y pasar, nos animaban con aplausos y en algunos casos con voces de "aupa chicos" y así, jajaja....  ¡¡Muy divertido!!   Por un momento llegué a pensar que estaba dentro de una carrera, jajajaja....

Cuando llevábamos recorridos algo más de 1,5 km, llegamos a la calle Correos, donde está situada una tienda de Forum Sport y donde hicimos una parada para sacarnos una foto todo el grupo a las puertas de la tienda.


Tras volver un tramo por el mismo sitio por el que habíamos llegado a la tienda, pasamos por la parte trasera de la Catedral de Santiago y nos dirigimos por la calle Tendería a la calle Rivera para afrontar uno de los primeros desniveles positivos pronunciados del recorrido.  La calle Zabalbide.


Esta calle nace desde un lateral de la Iglesia de San Antón y sube hasta el barrio de Santutxu  aunque no vamos a llegar hasta él, sino que nos vamos a desviar por la calle Solokoetxe. 

Desde el punto kilométriko 2 arrancamos la subida con un desnivel desde los 11 metros hasta los 43 en un recorrido de 250 metros aproximadamente, lo cual hace que nuestras piernas se calienten y se pongan en función montañera por llamarlo de alguna forma.

Pasamos junto al colegio de El Carmelo y descendemos por las escaleras de Solokoetxe hasta pasar junto a la iglesia de San Juan y enfilar la calle de la Cruz para enlazar con las calzadas de Mallona, que son unas rampas construidas en 1745, que unen el Casco Viejo con la Basílica de Begoña.

En la actualidad, estas calzadas tienen en un lateral unas escaleras que permiten subir más cómodamente el desnivel de aproximadamente casi 40 metros.


Cada corredor y corredora va  moviéndose por el grupo de adelante hacia atrás y viceversa depende de la circunstancia y dureza del recorrido, pero al fin y al cabo todos unidos en un grupo homogéneo.

Mientras subo por estas calzadas hablo con algunos amigos y conocidos y aunque la respiración es un poco forzada, consigo subirla sin problemas.

Llegados al punto más alto del recorrido city trail, descendemos hacia el Parque de Etxebarria para atravesarlo y salir al lateral del Ayuntamiento de Bilbao.

Cruzamos el Puente del Ayuntamiento y nos por el muelle Ripa por el que corremos dirección El Arenal, por la margen izquierda de la ría, pero que enseguida giramos y nos dirigimos hacia el Museo Gugemheim por el paseo de Uribitarte donde el grupo de corredor@s se empezó a acelerar y estirarse algo más al ser una zona de llaneo.

Pero todavía nos quedaba otro pequeño desnivel por superar.  Las escaleras que suben junto a las Torres Isozaki.  Tras superarlas, descendemos por las rampas de Uribitarte para a continuación volver a bajar por las escaleras mencionadas antes y volver al paseo y dirigirnos hacia el emblemático museo.


El reto siguiente consistía en subir por las escaleras laterales del Gugemheim a la carrera y del tirón.


Esto así dicho, parece que no tiene ningún mérito, pero la verdad es que sí que lo tiene ya que dichas escaleras tienen una anchura muy superior a lo que se viene a denominar un peldaño normal y corriente.  Tienen aproximadamente un metro de ancho cada peldaño.


La gracia de este recorrido city trail es que hay que subir dichas escaleras dando zancadas y apoyando un pie solamente en cada peldaño, lo cual le da un plus vigorizante a este recorrido por Bilbao.


Yo voy reservándome un poco para cuando llegue ese momento y bajo un poco el ritmo para ir bajando algo mis pulsaciones que las noto un poco aceleradas tras apretar el ritmo por el paseo de Uribitarte y me quedo rezagada del grupo, avisandole a mi amigo Sergio de que iba a parar unos 10 segundos para coger aire y subir del tirón las 50 o 60 escaleras que creo que puede haber.

La verdad es que no es la primera vez que voy a subir esas escaleras corriendo a zancadas y del tirón.  Es más, las veces que he ido a entrenar con un buen amigo a Bilbao hemos hecho varias series en ellas y la verdad es que notas que se te pone el corazón a bombear a tope cuando ya llevas unas 7 u 8 veces haciendo el descenso a la carrera, aunque bajar se bajan andando tranquilamente.

Total, que llego al pie de la escalinata y me paro un momento intentando coger aire y relajando el cuerpo balanceándolo hacia adelante con los brazos muertos.   Seguido, cojo impulso y empiezo a subir con decisión y con zancada muy larga para que siempre me coincida el apoyo del pie en la parte más cercana al siguiente peldaño y voy subiendo balanceando mucho los brazos de atrás hacia adelante para darle mayor impulso a la subida y así ayudarme.  La verdad es que me encanta subir estas escaleras así y llegar arriba con la satisfacción de haberlo logrado de un tirón.  Esto es más gratificante aunque también más sufrido cuando se hacen series y el cansancio se va acumulando, pero es realmente beneficioso para hacer fuerte al corazón a la hora de correr.

Cuando llego a la zona alta de la escalinata donde se encuentra Puppy, el perrito de flores que adorna el Gugemheim, allí estaban todos esperándome.

Breve charla y pregunta de qué tal estábamos todos por parte de nuestro guía Dani y continuamos el city trail.


Volvemos tras hacer un bucle al paseo de Uribitarte y continuamos por la margen izquierda de la ría hasta llegar al puente de Zubizuri, el cual cruzamos para ir al Paseo del Campo Volantín que nos dirige sin pérdida hacia la parte frontal del Ayuntamiento de Bilbao.  


Paradita para hacer una foto de grupo y continuamos por el Paseo del Arenal hasta volver a cruzar el puente del mismo nombre y llegar al punto de inicio de nuestra ruta city trail.


Tod@s muy satisfechos del recorrido que hemos realizado y de las vistas de las que hemos podido disfrutar desde la parte más alta de la capital vizcaína.


Hasta aquí, esto es todo amigos.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

LA CARRERA QUE NO PUDO SER. SODUPE MENDI JAIA. (8/11/2014)

Esta no es una crónica al uso.   Es una crónica de una carrera que no pudo ser realizada.   La Sodupe Mendi Jaia en su primera edición.

Cartel de la prueba.
Desde la última carrera en la que participe, la Serantes Igoera, y viendo que las sensaciones que tuve desde antes y después de correrla no eran las adecuadas, aún mejorando en 12 minutos mi tiempo con respecto al año pasado, decidí muy a mi pesar parar en cuanto a competiciones se refiere.

Debía tomarme un descanso físico y psíquico definitivamente,  pues el disfrute con el que empecé en este bonito mundo del running había desaparecido prácticamente.

Fue una decisión que me costó tomar, pero que gracias a los consejos de muchos amigos que me decían que debía parar para recuperar a todos los niveles, finalmente entendí que tenían razón.

Así que por fin entró en esta cocorota que tengo por cabeza que debía terminar mi temporada por este año y parar como mínimo un mes entero para no castigar más a mi cuerpo ni a mi mente por el estrés que me generaba el tener una carrera tras otra sin tiempo apenas de asimilar los esfuerzos realizados y casi sin tiempo para recuperar ya que enseguida llegaba otra carrera en unos días.

Yo admiro mucho a la gente que compite fin de semana, tras fin de semana y su cuerpo lo admite y no le pasa factura aparente.  También pienso que es porque su preparación es mucho más metódica y ordenada que la mía y que están haciendo las cosas muchísimo mejor que yo.  De eso no tengo duda.

Pues bien, dejando pasar el tiempo desde la última carrera en la que corrí, me tomé lo de los entrenos de otra manera.  Buscando más el disfrute que el hacer un mínimo ritmo o kilometraje. Aunque también he de decir que cuando estoy inmersa en carreras, tampoco es que entrene a unos ritmos para echar cohetes, jajaja... Y en cuanto al kilometraje pues tampoco es algo muy destacable.

Descubriendo zonas nuevas con la bici.
Algunos los he realizado en compañía de mi amigo Jesus y otros con mi marido.  He alternado bicicleta y correr para no cargar demasiado a mis articulaciones.

Hoy toca un poco de asfalto.
Un poquito de trail por Sopela.
Hice una bonita ruta en btt con mi estimado amigo Pablo por todo el entorno del Pantano Uribarri-Gamboa, en la cual disfruté muchísimo del recorrido y del paisaje durante algo más de 43 kilómetros, aunque en un momento dado y al de poco de comenzar la ruta tuve una caída muy tonta con la bici al llenárseme las ruedas de barro y empezar a derrapar y a no poder frenar ya que los frenos también se embarraron y caí de costado haciéndome daño en la rodilla derecha.  Pero a pesar del percance, continuamos nuestra andadura, encontrándonos en un momento dado algunos desniveles bastantes técnicos en los cuales tuvimos que bajar de las bicicletas por la dificultad y peligro que entrañaba afrontarlos montados en ellas.  Fue una mañana redonda, la verdad.

Bicis preparadas para darles caña a pesar de la lluvia.
Disfrutando de los bosques.
¡¡Qué a gusto voy con mi amigo Pablo!!
Plano de la ruta bttera.
Participo en una carrera contra el cáncer de mama que se celebró en Bilbao y en la cual corrí a ritmo muy tranquilo y disfrutando del ambiente en compañía de varios amigos y amigas.

Disfruté mucho del ambiente de esta carrera no competitiva.
Un día cojo la bici y me voy hasta Bilbao en plan ruta disfrutona.

Buena ruta calló ese día.
El 16 de octubre tuve la oportunidad de ir a una charla de Nuria Picas y Zigor Iturrieta Ruiz en la Casa de Cultura de Igorre.

Charla de Nuria Picas y Zigor Iturrieta antes
de la Gorbeia Zuzien.

Otro día me voy por los acantilados de Sopela hacia Getxo.
Esta foto es de pega, eh!! Que soy muy pato como para ir
bordeando los acantilados.  Seguro que me caería por él, jajaja
Colaboro como voluntaria en la Bilbao Night Maratón con l@s corredor@s diabéticos y sus puntos de avituallamiento específicos en los que me encargo junto con otras dos voluntarias de medirles el nivel glucógeno en sangre y darles el gel que necesiten en función del resultado que dé el medidor. Fue una experiencia muy bonita estar viendo en primera línea de carrera a tantísimos corredor@s disfrutando del ambiente y de la carrera y ver a tantísimos amigos a los que pude saludar a grito pelado, jajaja...  Llegó un momento en que me emocioné de verdad al ver a todo ese tropel de gente corriendo y sonriendo al mismo tiempo.  Yo quería haber hecho esta carrera, pero al final no me decidí a apuntarme.  Aún así, me lo pasé fabulosamente bien.

¡¡Cómo me lo pasé de bien en el voluntariado!!
Van pasando los días y hago alguna escapada al monte pero en plan tranquilo con amigos y componentes de mi club Ertza Mendi Kluba en plan disfrute por el Serantes, aprovechando que Felix, que vive en Navarra, había venido a Bilbao ese fin de semana con su familia.

Cima del Serantes con mis compañeros.
¡¡Joooeeerrr....qué angustia pasé!! jajajajaja.....
¡¡Lo que me costó subirme al poste geodésico para la foto!!
jajaja.... Menos mal que me ayudó Iñaki.
Haciendo un poco el cabra a la hora de bajar del Serantes.
Vuelvo de nuevo al Serantes a hacer una ruta treking por sus laderas con varios de mis compañeros de club en un día espléndido disfrutando mucho de nuevo.

Foto cimera en el Serantes con los compañeros de equipo.

Foto con las ruinas de la cima del Serantes.
Otro día recorro a ritmo tran-tran parte del recorrido de la futura carrera de Miribilla-Pagasarri, animada por mi compañero Alberto.  La verdad es que el recorrido nuevo es muy chulo, pero también más técnico y con más desnivel.   No conseguí hacer los 27 km que tiene el nuevo trazado, pero sí que me casqué 17 km.

Descansito y foto con los compis de equipo.
Disfrutando de las vistas desde la cima del Pastorekakortaburu.

Mientras tanto, sigo con mis clases de patinaje, en una de las cuales me dí una buena galleta cayendo sobre mi la parte izquierda de mi cuerpo, llevándose toda la fuerza del glope mi pierna izquierda en su parte alta.  Dolió un montón, pero continué con el aprendizaje.  Al finalizar éste, ya me dolía mucho más que en el momento reciente de la caída.  Me salió como una especie de busto interno a la altura del muslo en ascenso hacia la cadera que tenía el tamaño de una mandarina mediana.  Yo me lo tocaba y estaba duro y tenía forma como de pelota.   Lo curioso del caso fue que hasta ese momento, lo que todavía me dolía era la rodilla por el pequeño accidente de btt, pero desde ese mismo momento, al dolerme tanto la pierna, el dolor de la rodilla desapareció como por arte de magia, jajaja....  De lesión en lesión y tiro porque me toca, jajaja...  ¿Estoy gafada o qué?

A pesar de algún mamporro que otro que me
doy, sigo con el empeño de aprender a patinar.
Siguen pasando los días y a una semana vista de la carrera Sodupe Mendi Jaia en la que me inscribí según abrieron las inscripciones, poniéndomela como objetivo a un mes vista, empiezo a entrenar con un poco más de fundamento si cabe. 

Pero el destino es caprichoso y me volvió a jugar una mala pasada.  En un entreno de asfalto junto con mi marido, a ritmo no demasiado rápido, pasados los 3 km de recorrido mi pie izquierdo se empieza a quejar como con una especie de pinchazo en la planta del mismo que lo recorre desde casi la punta hasta el talón.   Tengo que parar del dolor que me causa y comienzo a caminar.  Ni caminando se pasa el dolor.  La vuelta a casa fue a ritmo cansino ya que intentaba correr al trotecillo pero me seguía doliendo.  En cuanto llegué a casa, hielo y reposo.

Con lo bien que iba yo corriendo...ahora con
el dolor de pie, vuelta a caminar.
Se va acercando la fecha y mientras continúo con mis dolores, esta vez sí, de pierna y de pie al mismo tiempo, voy asistiendo a algunas carreras a sacar fotos, como la Larrabetzu Kanikross Lasterketa.

Con mi primo, el ganador del canicross de Larrabetzu.
A tres días de la carrera en la que debía participar ya tengo más que claro que no voy la voy a poder correr.  Me resigno con tristeza a no poder correrla, aunque me apetecía mucho después de estar sin competir más de un mes pero la realidad me decía que no podía ser.

Me voy a mi podóloga a que me dé un repaso a mis pies y me quite alguna dureza que me ha salido. También a que revise la uña nueva que está naciendo tras caerse a primeros de octubre.

Esa uña....espero que no me dé mucha guerra, jajaja...
Alterno días de gimnasio con paseos en bici y a pie en la medida que puedo.

La bicicleta me permite irme un poco más lejos.
Paseos a ritmo ligero.
Mientras haga buen tiempo, aprovecho a darle a la bici.
No me gusta mucho el gym, pero ahora es la mejor opción para mí.
Fortaleciendo cuádriceps.
Como mi paso ahora es muy lento, mi perrito Puppy me suele
acompañar en los paseos.
Llega el día de la Sodupe Mendi Jaia y finalmente decido acudir a la cita, aunque no con la intención de participar en la carrera trail de 9 km. muy a mi pesar, sino que voy en labores de reportera gráfica, cosa que también me gusta mucho, ya que fue así como empecé a meterme poco a poco en las carreras.

Llego pronto y doy una vuelta por el pueblo.  Saludo a los hermanos Plágaro, a Iosu de la tienda Non-Stop dogwear.no y a algunos de los pocos corredores de canicross que conozco.

Ambiente previo a las carreras.
En esta ocasión van a participar dos compañeros de equipo en la carrera con perros, Aitor y Jimmy, y otro más en la carrera de trail, Rubén.

Aitor, haciendo su inscripción al canicross.
En un momento dado voy a la mesa de reparto de dorsales y les pregunto a las chicas si a pesar de no poder correr en la carrera trail puedo recoger la bolsa del corredor así como de mi dorsal para tenerlo de recuerdo de esta carrera en la que no pude participar y me dijeron que sí, que sin ningún problema, se interesaron por mi lesión y les conté lo que me había pasado.  Me dieron ánimos y me dieron lo que me correspondía por la inscripción.  Muy majas y atentas las voluntarias.

Por lo menos pude recoger la bolsa del corredor.
El primer dorsal del que no he podido disfrutar en una carrera.
Espero que no haya muchos de éstos el año que viene.
Me encuentro con mi amiga Nuria, que también es fotógrafa pero ya de un nivel muy superior y charlo con ella un rato y luego nos ponemos en marcha hacia el monte para ponernos cada una en un punto del recorrido para sacar fotos.

Por allí de repente nos encontramos con mi primo Felipe y su amigo Pedro, a los cuales retrato al vuelo ya que venían de hacer un breve calentamiento por el recorrido que tenía en su inicio unas buenas rampas en hormigón hasta llegar a la zona de senderos.


Finalmente decido ponerme en una zona con buena luminosidad ya que con lo poco que controlo la cámara grande, no me fío de mí misma en el reglaje de la exposición, etc.  Escojo la zona del canal de agua, que es como un pasillo elevado sobre el cual vendrán l@s corredor@s con sus perros.  Allí había unos chicos más y uno de ellos estaba manejando un drom (cámara de vídeo aérea con élices).


También coloco mi pequeña cámara de fotos en modo vídeo para que saque imagen fija del lugar por donde vendría la carrera.

Una cámara drom iba grabando a todos los corredores tanto de canicross como de trail.



Comienza el canicross y en poco tiempo empiezan a aparecer los primeros canicrosseros.  Veo con gran alegría que mi primo Felipe va en primera posición y con una diferencia llamativa sobre sus siguientes perseguidores.   También veo a mi amigo Aitor que pasa con su característica sonrisa "happy-flower" con su perrita Zira tirando bien de él.  Siguen pasando participantes y también encuentro a Leire, una campeona en esto del canicross y la animo mientras le saco varias fotos, luego Jimmy y así van pasando todos los corredores de los cuales varios de ellos ya los conozco de la anterior carrera de canicross en Larrabetzu en la que estuve sacando fotos.



Cuando pasan absolutamente todos, me cambio de sitio y me voy un poco más adentro para buscar otro emplazamiento donde sacar las fotos de la vuelta hacia meta de l@s corredor@s y sus canes.

Poco tiempo después veo que mi primo Felipe y su perro Gringo siguen liderando la prueba y le grito desde lejos y seguido le saco varias fotos.

Lider de la carrera canicross. Felipe Larrazabal.
Así, poco a poco pero sin pausa van pasando todos los deportistas con sus compañeros caninos a toda velocidad.  Pongo todo mi empeño en sacarles buenas fotos.

Después de finalizar de la carrera de canicross  comenzaría la carrera trail.

Vuelvo a colocarme en el canal para sacar fotos a l@s corredor@s de la carrera trail.  Aquí conozco a bastante más gente y también tengo varios amigos y a Ruben, de mi equipo, que corre en ella.

Saco fotos a mansalva mientras saludo y animo con envidia sana a tod@s y cada un@ de los que pasan por allí.

  
Tras pasar los últimos, bajo hacia el pueblo y voy a ver la entrega de premios.  

En canicross mi primo Felipe y su perro Gringo se lleva el primer puesto.  Mi amigo Aitor se colocó en un fabuloso 7º puesto con Zira.  Y Jimmy consiguió acabar también la carrera con su perrita Maya.
Podio masculino de canicross.
En chicas, Leire con su perrito Bolt se volvieron a llevar la prueba de calle.

Podio femenino de canicross.
En la carrera trail en chicos ganó un componente de Arrolape M.T., seguido de Jose Altube y de mi compañero Ruben que hizo un espectacular tercer puesto.

Podio masculino de la carrera trail.
En chicas ganó una componente del equipo Basque Tribe.  En segunda posición una corredora del Zorrotzako Gazte Triatlon Kluba y la tercera clasificada fue una corredora del Club de Atletismo Valle de Mena.

Podio femenino de la carrera trail.
Después saludé a varios amigos más y me hice alguna foto que otra con ellos.

Con la ganadora del canicross, Leire Fdez.
Con mis amigos Xabi, Guillermo y Aritz.
Con mi amiga Pulga. Salda como ella sola.
Tras acabar la entrega de trofeos, se realizó un sorteo de regalos entre todos los dorsales apuntados tanto al canicross como a la carrera de montaña.

Y mira por dónde, me tocó un regalo, jajaja.... Nada menos que un cargador portátil para el móvil.  
¡¡Ni tan mal!!  Me llevo de regalo un cargador
para el móvil.  Seguro que le doy mucho uso.
 Yo más contenta que ni sé, jajaja...

Luego nos hemos ido a comer al caserío mi marido, Aitor  y yo invitados por los tíos de Okondo.

Y para rematar el día, Aitor y yo nos hemos acercado a Basauri a ver y a animar a nuestros compañeros de equipo en la carrera Xtreme Finaga, en la que en categoría masculina ha ganado Javi Olabarria y en femenina nuestra compañera Susana.

Preparada para sacar fotos.
Animando y disfrutando de ver a muchos amigos en esta carrera.
Una fotito en el photocall, jajaja.... En plan celebrity, jajaja...
Fotos por aquí y por allá y para casa muy cansada de todas las horas que he estado de pie.

Con el ganador de Finaga, Javi Olabarria y mi compañero David.
Con los compañeros de equipo. Susana quedó 1ª en féminas.
Hoy me he vuelto a sentir como hace unos tres años, cuando empecé a ver las carreras desde fuera.

Espero volver muy pronto a estar "dentro·.  Pero antes tengo que cuidar mis lesiones y recuperarme del todo.