domingo, 8 de septiembre de 2013

ENTRENO-PRESENTACION DE SERANTES IGOERA 2013. (7/9/2013)

El sábado 7 de septiembre de 2013, a las 10 de la mañana y desde la Plaza Vallejo del barrio de Mamariga en Santurtzi, con la colaboración de Astopotr@k, se celebró un entrenamiento-presentación del recorrido de la Serantes Igoera 2013 y vía facebook me llegó la información de este evento.  Así que como me apunté a la carrera (6 de octubre) durante las vacaciones de verano, decidí que sería bueno poder hacer el recorrido para conocer más al detalle el terreno y así saber qué dificultad podría representar para mí.

Mi intención la comenté en mi muro, y hubo algunos que sí se animaron y otros que no podían pero al final, de todos ellos, sólo pudo venir mi amigo Pablo San Juan.

La noche anterior a esta quedada fue de las de no dormir ya que nos estaba atravesando una "gota fría" proviniente de Gran Bretaña que nos ha estado dejando lluvias intensas y tormentas de tarde-noche.  Así que para no variar, dormir, lo que se dice dormir, dormí muy poco gracias a las inclemencias meteorológicas además de las ansias previas a cualquier evento deportivo o de montaña al que me apunte que hacen que no pegue ojo prácticamente en toda la noche por las ganas que tengo de que llegue el día siguiente.

Llegó el día del entreno-presentación y mi marido me acercó hasta la calle Mamariga de Santurtzi, donde se había quedado para reunirnos a todos los que asistiésemos a esa reunión.  Yo estaba allí a las 9:00 y estuve dando vueltas para ver si veía a alguien o algo que me indicara que estaba donde tenía que estar.  A eso de las 9:25 me llamó mi amigo Pablo para preguntarme por dónde andaba y según le iba contestando y acercándome a la boca del Metro, allí le encontré y entonces al verme él también le entró la risa y me colgó el teléfono porque estábamos a unos 20 metros escasos, jajaja...

Nos saludamos y empezamos a buscar a alguien que nos informara de dónde dejar las mochilas con la ropa de recambio y los bártulos para ducharse después del entreno y no vimos en unos cuantos minutos a nadie por allí, hasta que al cabo de unos 10 minutos aproximadamente apareció un chico por el frontón de Mamariga y cuando nos vio, vino directamente hacia nosotros para preguntarnos si estábamos allí por lo del entreno-presentación, a lo cual respondimos al unísono que sí.  Entonces se nos presentó (no recuerdo ahora el nombre) y nos abrió la puerta de los vestuarios del frontón municipal para que dejásemos las mochilas.

Más tarde, fueron apareciendo más personas y nos íbamos saludando todos y comentando el estado en el que se podría encontrar el terreno dadas las intensas lluvias de la madrugada.  Un tal Edorta nos dijo que él iba a hacer de "coche escoba" a lo cual le informé que entonces iría con toda seguridad conmigo en el vagón de cola del grupo de corredores, jajajaja....

Nos fuimos acercando ya un grupo bastante majo a la Plaza Vallejo y también vino una chica más, con lo cual ya no me sentía tan sola entre tanto hombre, jajaja... Cosa que a mí me da igual, pero siempre es un apoyo moral. Al final nos reunimos al rededor de unos 20 o 25 corredores.

El representante de Astopotr@k nos comentó un poco la idea de lo que se iba a hacer en ese entreno y cual era la filosofía de la carrera.  Acercar a la gente el gusto por correr por el monte pero sin ningún ánimo de lucro, por lo que en la carrera que se iba a celebrar el 6 de octubre no tenía premios en metálico, etc, etc.
Grupo bien avenido y dispuesto a pelear con el barro para hacer un bonito entreno.



Después de hacernos las fotos de grupo pertinentes antes de dar comienzo el entreno, salimos a paso ligero pero sin apretar mucho por la pista de hormigón hacia el Serantes.

Cuando habíamos pasado un poco más de 1 km corriendo por asfalto, nos hemos metido monte a través por un senderito estrecho y que entre el barro resbaladizo y las piedras del camino, hacía que correr se me antojara una ardua tarea, jajaja....  

Edorta, que es el chico que comentó que iba a hacer de "escoba" me dijo que subiese tranquila si no podía correr por allí, ya que el terreno estaba bastante resbaladizo.  Y yo, mientras tanto, toda apurada porque veía que el grupo de cabeza, que eran todos los demás, se iba alejando cada vez más de mí y de mi acompañante, voy y le suelto al chico: -¡¡Menuda cruz te ha caído conmigo, majo!!  A lo que él me contestó quitándole importancia a la situación y me dijo que no me preocupase que esto no era una carrera sino un entreno tranquilo para reconocer el recorrido de la carrera futura y mientras tanto me iba animando constantemente para que tirase para arriba, pero sin presionarme en absoluto.  Así que yo iba subiendo como podía por los caminos que Edorta me iba marcando y aquello me parecía un kilómetro vertical porque ¡¡menudas pendientes!!  ¡¡No había manera de quitar la vista del suelo!!  Más que nada para intentar no resbalar o tropezar y caer rodando monte abajo.

En algunos tramos con algo menos de pendiente podía correr algo, pero con los bastones que llevé tampoco me parecía una tarea fácil. 

Edorta me animaba una y otra vez y me iba hablando constantemente para que yo no tuviese tiempo de pensar en la "pechada" que me estaba metiendo con aquellos desniveles infernales para mí hasta que de repente me gritó: -Aúpa Yolanda, egurre!!!!  ¡¡¡Mira para arriba y mira dónde estás!!!

Yo, con toda la sudada que llevaba y todo el agua que tenía en la cara y ojos, me paro un instante, me quito los líquidos de los ojos, miro hacia arriba y veo con gran sorpresa que estoy como a 50 m. de la cima porque veía la antena a duras penas entre la niebla y la mesa de interpretación de la cima.  
Edorta haciendo de "hombre escoba" y animándome
a tope en la subida hacia la cima del Serantes.

¡¡¡Menuda sorpresa más grata!!!!  pensé y dí un grito de alegría porque después de pasados 25 minutos de constante y dura subida, estaba a puntito de llegar a cima.  Así que apreté el paso un poco más si cabía y me planté en la cima del Serantes más contenta que ni sé.  Y todo gracias a Edorta que no dejó de animarme en todo el camino.  

Cuando hicimos cima, Edorta me ofreció un gel por si quería tomar para recuperar fuerzas y le di las gracias pero le dije que ya llevaba yo uno, aunque al final no lo tomé.  Lo que sí hice fue beber bastante agua con Isostar de naranja que me la había preparado en casa para llevarla dentro de la mochila en una camel-back. 

Una vez repuse líquidos y cogí un poco de aire, Edorta me animó a seguir y como no podía ser de otra forma, éso hice.  Entonces mientras avanzábamos por el cordal del Serantes dirección Zierbana me explicó que enseguida llegaríamos a un paso que nos redireccionaría de nuevo hacia Santurtzi con una zona un poco delicada pues era un cortado muy expuesto y que tendríamos que andar con mucho cuidado ya que estaría muy resbaladizo y además había piedras desgastadas lo cual complicaba más aún el tránsito por el sendero.  Yo tragué saliva y un poco angustiada le dije que estaría muy atenta para no accidentarme pues me esperaban en casa para comer a la tarde, jajaja...  ¡¡Para quitar un poco hierro al embarazoso momento al que íbamos a enfrentarnos!!

Al llegar a la zona más delicada y expuesta que me había comentado mi compañero, vi que realmente estaba difícil transitar por allí con lo cual cogí aire y me concentré al máximo para no dar un traspiés e irme monte abajo hasta no sé dónde porque tampoco se veía dónde iba a caer ya que la niebla ocultaba la profundidad del precipicio, cosa que incluso me vino bien para no acongojarme demasiado.  Total que empezamos a bajar por el estrecho sendero pedregoso y Edorta me dijo que igual era mejor que le diese mis bastones para poder agacharme y bajar con el culo arrastras por aquella zona de piedra pulida porque los bastones no me iban a servir allí de nada.  Así que le hice caso y se los di.  

Con mucho cuidado me santigüé y agarrándome firmemente a las piedras fui bajando la abrupta pendiente con el culo arrastras como me había aconsejado mi guía para tener el centro de gravedad de mi cuerpo más bajo y no caer al vacío.


Una vez pasado este delicado tramo de bajada, se llega de nuevo al fortín del Serantes para luego girar nuevamente y esta vez ya por un sendero mucho más placentero para correr, dirección Zierbana, rodeados de árboles.  Ya habíamos recorrido unos 4,5 km. y todavía quedaba tramo por recorrer, pero como lo más duro ya lo habíamos pasado, me relajé un poco más y me dediqué a disfrutar corriendo por los senderos embarrados a tope.

En el kilómetro 6 aproximadamente, aparecieron dos componentes del grupo de corredores que nos estaban esperando para saber si todo estaba bien y le hicieron el relevo a Edorta, que finalmente y tras preguntarme si quería o iba a necesitar los bastones, le dije que no y se prestó amablemente a llevarlos él hasta el final de la ruta para que yo no fuese cargada con ellos.  Cosa que le agradecí alegremente.

Tras las breves  presentaciones en las que Carlos y Julen me animaron a continuar, fueron haciéndome de perfectos guías de camino de vuelta hacia Santurtzi por los senderos por los que transcurrirá la carrera en el futuro y fuimos charlando amenamente sobre carreras, anécdotas  y trucos para no despatarrarse por el monte.   La verdad es que fui tan atenta a los comentarios que escuchaba que los kilómetros no me pesaban en las piernas y casi sin darme cuenta y una vez pasados los 9,5 km. llegamos a las ruinas del polvorín de El Mazo.  

Correr, me estaba resultando sorprendentemente agradable a pesar de los kilómetros que llevaba recorridos y sobre todo después del gran desnivel que tuve que superar para llegar a la cima del Serantes y la posterior y tensa bajada por la zona expuesta que he comentado más arriba.

Finalmente, y para acabar este espectacular entreno, volvimos a aparecer en la pista de hormigón para recorrer el último kilómetro hasta llegar de nuevo al barrio de Mamariga, punto de inicio de la quedada.

Una vez duchada y cambiada de ropa me reuní con el resto del grupo en el bar Armintza para dar buena cuenta del aperitivo que nos esperaba allí y que tuvieron el detalle de esperarme para comenzar.  Estuve charlando animadamente con varios y quedamos en mandarnos solicitudes de amistad por el facebook para compartir experiencias de montaña, carreras, fotos, entrenos y todo lo que estuviese relacionado con el apasionante mundo de las carreras de montaña.  

Mi amigo Pablo San Juan se marchó seguido de acabar el entreno y ya no me pude despedir de él, pero ya me lo había avisado que él no se iba a quedar al posterior ágape.  

Aunque sufrí un poco, al principio y en la zona más difícil de la ruta, el balance ha sido muy positivo para mí ya que el tiempo total que hice para todo ese recorrido de aproximadamente 12 kilómetros según mi reloj-gps, fue de 1h 30'.  Con lo cual muy contenta pues pensaba que iba a tardar bastante más.

Gracias a Astopotr@k por organizar esta quedada y por el trato recibido con el que me he sentido muy a gusto y totalmente integrada en el grupo al principio y al final aunque fui descolgada durante el entreno.

Experiencia muy recomendable que el próximo año repetiré si se vuelve a organizar.  
Hoy peso 60,4 kg.





1 comentario:

  1. hola yoli,he leido tu cronica y queria preguntarte si en la serantes igoera sigue el tramo de bajada peligrosa k relatas en este apdo.
    por cierto,me encantan tus cronicas y voy a debutar en el trail en esta carrera

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