miércoles, 28 de agosto de 2013

BAUTIZO DE VUELO EN PARAPENTE EN SOPELANA (27/8/2013)



Ayer hice algo que tenía muchas ganas de hacer desde mi más tierna infancia.  ¡¡¡Volar!!!  

Desde muy pequeña he tenido el sueño recurrente de que bajaba las escaleras de caracol de mi antigua casa para llegar al portal y en el último escalón daba un salto tan grande que salía disparada hacia el cielo y estaba un rato volando.  Lo malo era que después no podía bajar y me angustiaba mucho y entonces despertaba del sueño, jajaja....

Mi marido, que se queda con todos los detalles de lo que hablo o digo, me tenía reservada una sorpresa este año para mi cumpleaños.  ¡¡¡Un vuelo en parapente ni más ni menos!!!  Y claro, llegó el día de mi cumple y allí me soltó un sobre con algo en su interior.  ¡¡Era un pase para volar!!   

Yo, toda emocionada, no sabía qué decir, pero al final le dije: - Muchas gracias por este regalo, pero en realidad tampoco tengo mucha necesidad de tirarme en parapente, eh?  Es una tontería mía de pequeña aquello de que volaba y tal.-   Me estaba poniendo de un nervioso que para qué.

Y él todo tranquilo me dijo: - Ah!!  Pues esto no se puede devolver como si fuese un pantalón o un reloj, eh? Así que ya te puedes ir mentalizando.

Pasaron los días y no me atrevía a llamar a la Escuela de Vuelo en Parapente.  Uf, qué agobio!!   Hasta que un día, al final llamé para coger día y hora.  Les dije que me venía mejor a la tarde y me comentaron que me llamarían el día anterior para confirmarme la "meteo" y la hora prevista de vuelo.   

Total que me llamaron y justo ese día no podía yo.  Así que me dijeron que cuando supiese otra fecha que les volviese a llamar.  Así lo hice a finales de julio y quedamos para un día por el mismo método que la vez anterior.  Pero esa misma tarde que fui a los acantilados de la Playa Salvaje, se había levantado repentinamente un viento racheado y muy rebelde que no permitía volar. Con lo cual tuvieron que abortar el despegue con parapente.

Yo les comenté que como me iba de vacaciones en 3 días que casi me parecía mejor dejarlo para la vuelta. Y así lo hicimos.  Me dijeron que cuando volviese que les llamase para quedar.

Pues bien, el pasado día 22 de agosto llamé para decirles que ya estaba de vuelta y que para la semana siguiente no tendría problema ningún día para volar a la tarde.  Así que concretamos el día y la noche anterior al día de vuelo me confirmaron telefónicamente la hora.  Las 5 de la tarde.

Llegó el día y por la mañana tenía sentimientos encontrados con muchas ganas de ir pero también con mucho respeto al tema de volar.  Pero ya no me podía ni quería echar atrás.

Lo comenté en mi muro del facebook y mis amigos Pablo Daniel e Iñaki se prestaron a hacerme de reporteros para tal especial día.  Mi marido y mi hija también estuvieron retratándome los previos, el vuelo y el descenso.  Y cuando ya estaba en vuelo llegaron mis cuñados junto con mi suegra  y también me sacaron algunas fotos. 
¡¡Muchas gracias a todos!!  

El monitor con el que volé se llama Gari y desde que le saludé me transmitió muy buen rollo y tranquilidad, pues a pesar de su juventud, que seguro que era más joven que yo por las apariencias físicas,  se le veía que controlaba el tema del vuelo en parapente perfectamente.  Así que estuve muy tranquila mientras me ataba el arnés, me explicaba como había que salir hacia el vacío, la grabación con la cámara, etc.  






Después de todas las explicaciones pertinentes, me dijo:  -Vamos Yolanda ¿preparada?    Y yo le dije: -Estoy preparada y con ganas de saltar ya.   Así que una vez desplegada la vela del parapente, nos pusimos a andar hacia adelante con fuerza pero el puñetero viento nos echaba para atrás con una fuerza increíble.







Yo tirando para adelante como podía, el monitor recolocando la vela porque se medio plegaba de vez en cuando y un perro que debe de ser de alguno de los habituales parapentistas por allí ladrando y casi tirándose a los pies todo nervioso.  Así que casi se me olvida conectar el reloj-pulsómetro de Garmin para saber cuántas pulsaciones tendría en el vuelo, jajaja....

Por fin, y tras una pequeña lucha contra los elementos aéreos pudimos asomarnos al acantilado y lanzarnos a volar.

¡¡¡Bueno, buenooooo....., qué grito pegué en pleno despegueee!!!   Creo que miraron hacia arriba los pocos playistas que estaban en la arena de la playa Salvaje, jajajaja.....   Seguro que pensarían que alguien se caía fijo, jajaja...

Luego, me recoloqué bien en el habitáculo que tenía reservado para ir cómodamente sentada y a disfrutar del vuelo.

¡¡¡¡¡Qué pasadaaaa!!!!!   Por fin cumplía mi sueño de volar.  Y la verdad es que fue una experiencia muy bonita y divertida pues el monitor, a una de éstas y sin previo aviso hizo un giro de 180º que me pilló de sorpresa y pegué otro grito hipohuracanado que "se cagó la perra", ajajaja.....  Y Gari me preguntó si me mareaba.  Yo le dije que no, que para mí hacer ese tipo de cosas me venía muy bien para descontracturar los músculos del cuerpo y que por mí como si quería hacer una serie de giros seguidos.  Y al de poco de decirle ésto, va y me hace lo menos 7 u 8 giros de 180º de izquierda a derecha y viceversa, jajajaja.... 


Yo disfrutando como una loca y partiéndome de risa pues se me aflojaba todo el cuerpo y me lo estaba pasando tan bien que no quería que acabasen los 20 minutos que dura la experiencia.  

Nos acercamos mucho al acantilado, bueno, tanto, tanto que le puede chocar a uno de los instructores la mano, jajaja.... Y bromeando le dije que me pasase unas gafas de sol que se me habían olvidado las mías en casa.




Planeamos, subimos, bajamos y giramos bastantes veces hasta que llegó el momento de aterrizar.  Y el aterrizaje fue perfecto y sin sobresaltos y allí estaban todos los que me vinieron a ver expectantes de saber cómo me había ido.


¡¡Pues me fue muy bien, cómo no!!  Así que si no habéis probado a volar en parapente os animo a que lo hagáis por lo menos una vez en la vida.   Ya sabéis aquél dicho:  "Antes de morir hay que plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro y montar en globo", jajajaja...



Tengo muchas fotos del vuelo, los previos y posteriores al aterrizaje.  Pero para que no os aburráis, os pondré esta vez unas pocas fotos, jajaja... Bueno, cuando digo pocas....ya me entendéis, no?
Hoy peso 60,2 kg.

P.D.  El vídeo lo intentaré colgar en mi muro del facebook, porque tiene mucho volumen y aquí no me deja colgarlo.











1 comentario:

  1. Hola Yolanda,
    nos ha encantado tu reportaje del bautismo de vuelo y lo hemos compartido con nuestros seguidores en las redes sociales: http://ow.ly/q5Go1
    Muchas gracias por compartir tu experiencia con Parapente Sopelana.
    Recibe un cordial saludo!
    Jose Luis Diaz Iraeta
    Parapente Sopelana S.L.

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