martes, 23 de julio de 2013

ENTRENO CAÑERO CON PABLO SAN JUAN

Hoy, 22 de julio de 2013, he realizado un entreno que tenía muchas ganas de hacer desde  hace algún tiempo atrás.   Quería hacer la prueba de subir al Serantes  corriendo, saliendo desde la pista que parte de la zona de Mamariga en Santurtzi.

Esta intención la había comentado alguna vez en el facebook  y un día mi buen amigo Pablo San Juan me dijo que si yo estaba por la labor de subir al Serantes corriendo, igual se apuntaba y así probaba él también esa ruta, pues no había subido nunca.

Mi amigo Pablo, después de pasar una complicación en su salud hace unos dos meses y medio aproximadamente, tuvo que parar en seco todos sus entrenos y prácticamente empezar de cero.   Hoy día está totalmente recuperado y ya está empezando a darle caña al cuerpo, que es lo que le gusta, jajaja….

Total, que hace una semana concretamos la quedada para subir al Serantes y hoy ha sido el día elegido para realizar el entreno de ambos.

El día ha salido bastante caluroso desde muy temprano por la mañana ya que a eso de las 7:15 h. que estaba yo desayunando hacía la nada despreciable cifra de 23º y para hoy se preveían temperaturas de más de 37º, con lo cual hemos quedado a las 9:30 de la mañana para empezar a subir al monte referido.

Una vez puestos sobre el inicio de la pista de acceso hacia la cima del Serantes, hemos sincronizado nuestros relojes-pulsómetros-gps y en unos momentos hemos arrancado a correr.

Yo, para no variar, he salido tronada, jajaja…. No por nada en especial, sino porque como en ese momento estaba con toda la energía a tope, pues me he embalado enseguida con lo cual mi amigo Pablo me ha tenido que dar un toque de atención diciéndome aquello de: “Hay que ir de menos a más, Yolanda” y yo que todavía no entiendo bien ese término porque no sé realmente cuál es mi máximo punto de esfuerzo, pues he tenido que bajar el pistón para ir a su par pues le había sacado ya unos metros de diferencia y la verdad es que si habíamos quedado para entrenar juntos, juntos teníamos que ir.

La cadencia de los pasos ha sido bastante homogénea y la verdad que bajar un poco el ritmo me ha beneficiado porque si no las pulsaciones se me dispararían hasta unos límites prohibitivos para mí, jajaja…  Pero aún así he andado rondando entre las 145 y 155 ppm.   Pero sin ninguna sensación de angustia o ahogo excesivo.

Hemos seguido corriendo y los kilómetros iban pasando a un ritmo bastante lógico para el paso que llevábamos.   Pablo, creo que a conciencia, se me ha ido quedando atrás prácticamente todo el recorrido y yo le sacaba unos 20 o 30 metros de diferencia, aunque en dos o tres ocasiones me ha alcanzado y se ha puesto a mi par e incluso me ha adelantado, jajaja….  Creo que hoy me ha dado un poco de “vidilla” para que me crezca ante él, jajaja….

Y cuando ya faltaba unos 500 o 600 metros para llegar a la cima, nos hemos encontrado con que la pista de hormigón ha cogido una pendiente más acusada y claro, con la sudada que llevábamos encima los dos, ahí sí que hemos tenido que dejar de correr por un momento para subir andando mientras nos hidratábamos lo máximo posible.

Pasado ese tramo con esa pequeña dificultad, más que nada por el calor que hacía,  en la última revuelta en la que se ve una antena de telefonía previa a la antena de la cima del Serantes, le he dicho a mi amigo Pablo: -“Venga, Pablo, ya estamos llegando a cima, echamos la última carrera y hemos terminado el entreno de hoy.   Y va y me dice él:  -“Tira, tira tú si puedes, que yo voy andando.    Y yo toda incrédula le he dicho que vale, que iba a tirar para arriba corriendo hasta llegar al poste geodésico.  Pero por mis adentros pensaba que él también iba a arrancar a correr y que en cuanto me descuidase me dejaría clavada en el camino y llegaría él antes que yo a cima, jajajaja…..

Pues no, no ha sido así, sorprendentemente.   Primero he llegado yo, haciendo un tiempo de 43 minutos y 29 segundos para los 5,25 km en total que ha tenido el ascenso y mi amigo Pablo ha llegado un minuto más tarde, aunque en los últimos 50 m. ha echado una carrerita hasta llegar a tocar el poste geodésico de la cima del Serantes.

Nos hemos felicitado mutuamente y hemos descansado un poco en la sombra que daba el fortín de la cima del Serantes para recuperar un poco.  Luego nos hemos sacado las fotos de rigor y después de volvernos a hidratar bien y tomar un gel para reponer sales minerales y todo lo perdido por la excesiva sudoración, hemos decidido bajar por la loma herbosa para descargar un poco las piernas de tanto hormigón como hemos pisado en la subida.

Buzón a escala del fortín en la cima del Serantes.


Buzón en forma de Concorde en la cima del Serantes.

Buzón tipo caserío en la cima del Serantes.
Después de indicarle a mi amigo Pablo por dónde podía hacer la bajada, me he descuidado un momento  y de repente ha desaparecido cual “centella” ante mis ojos.

¡¡¡¡Qué manera de bajar una pendiente montañosa!!!!   ¡¡Me he quedado sin palabras, claro!!  ¿Qué le iba a decir?  Si ya no me escuchaba de lo lejos que estaba, jajajaja….  Cualquiera que me viese diría, “esta pobre está loca de atar”, jajaja…. Y tampoco andaría muy desencaminado, eh?

La cuestión es que he pensado “ya me esperará más abajo” y efectivamente, en cuanto a llegado de nuevo a la pista de hormigón, allí estaba todo estiradito y orgulloso de su proeza, jajaja….  Y le he gritado:  ¡¡¡¡Oye, majo, a ver si esperas a la compañía, eeeehhhh, que me has dejado más tirada que una colilla!!!!   Y él partiéndose de risa, jajaja….

Desde este último punto de encuentro hemos bajado, esta vez sí, a la misma velocidad los dos, codo con codo hasta llegar de nuevo al punto de partida inicial de nuestro “entreno cañero” de hoy, jajaja…  Hemos chocado las manos y nos hemos vuelto a felicitar.

Luego, unas Coca Colas para reponer líquidos y azúcares y cada uno para su casa más contengo que ni sé, jajaja….

La verdad es que he disfrutado muchísimo del entreno de hoy, no sólo por comprobar que puedo hacer la subida al Serantes corriendo del tirón prácticamente, sino por la buenísima compañía que he tenido.   Mi  AMIGO  Pablo San Juan.

Gracias Pablo por guiarme y controlarme en este entreno.  ¡¡Eres un crack!!   Y tú tampoco lo has hecho nada mal, eh?    ¡¡¡Así que mis más sinceras felicitaciones, Pablo!!!   Hoy peso 61,3 kg.

http://connect.garmin.com/activity/346476948

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