martes, 8 de julio de 2014

PEREGAÑA IGOERA (5/7/2014)

Hoy he participado en una nueva carrera que han organizado mis amigos  Xabier Zalbide y Guillermo López en el pueblo de Retes de Llanteno (Araba).  La Peregaña Igoera.


Es una carrera corta de montaña pero en la que he comprobado la dureza de su perfil a pesar de sus excasos 500m. de desnivel positivo.

En esta ocasión he ido acompañada de mi amigo y compañero de equipo Aitor Fontanes que me ha llevado en su coche hasta el pueblo que celebra en estos días sus fiestas patronales.


Como la carrera se celebra a las 18 horas, hemos salido con tiempo más que suficiente para ir hasta allí.

Una vez hemos llegado, hemos aparcado el coche y hemos ido a recoger los dorsales.  El ambiente era muy bueno y había mucha animación en el pueblo pues había habido por la mediodía concurso de paellas y los participantes estaban todavía en la sobremesa cantando y echando risas con el fondo musical de un Dj que había en el escenario de la verbena poniendo canciones de todo tipo.

Con mi amigo y compañero Aitor Fontanes.
Allí mismo, donde daban los dorsales, nos hemos empezado a encontrar con amigos, compañeros del club Ertza Mendi Kluba Miribillako Otsoak y conocidos habituales de las carreras de montaña con los cuales nos hemos saludado y charlado agradablemente.  También estaba mi primo Felipe y mis tíos Josetxu, Vitori y Maritxu que iban a ver la carrera.


También me he enterado allí mismo de que el corredor de Ultras, Manuel Merillas, que entre otros éxitos tiene un reciente 7º puesto en la carrera Zegama-Aizkorri, un primer puesto en el campeonato de España de carreras de montaña y un excelente 5º puesto en el campeonato del mundo de skyrunning celebrado recientemente en Chamonix con el Mont Blanc como escenario.  Me he hecho una foto con él a todo correr poco antes de empezar la carrera a la vez que lo he saludado, pero ha sido todo tan rápido todo que la fotógrafa no me ha pillado a tiempo, jajaja....

Todo risas, fotos y charleta.   Luego un poco de calentamiento de las piernas y refresco de los cuerpos bajo una fuente de una casa del pueblo y un último pis antes de la carrera por la cosa de los nervios y enseguida ha dado la hora de salir.
Más compañeros de club: David M. Pardo; Pedro Pablo Fuentes,
Aitor Fontanes, Iñigo Zabala e Iker Eskaltza.
Con mi amigo Juan Javier Muñoz Olmedo.
Yo es que me apunto a cualquier foto, jajaja....
Con mis compis de Ertza Mendi Kluba Miribillako Otsoak.
Nos han reunido a todos los corredores en la carretera de acceso del pueblo y Guillermo nos ha dado algunas instrucciones e indicaciones del recorrido.  Poco después se ha dado el pistoletazo de salida de la carrera y hemos salido a buen ritmo carretera arriba bordeando un lateral de la iglesia del pueblo, por una pista de cemento por el barrio de Retesuso.

Y digo yo.... ¿Para qué me preguntará Jonathan a ver cómo voy a salir?  ¡¡Si soy una globeraaaa!!
Momento de atraco a mano armada a Manuel Merillas a un minuto de la salida, jajajaja....
Durante los primeros 1500 m. hemos tenido que pelear con las rampas que se nos aparecían constantemente, obligándonos a caminar en varios momentos para coger un poco de aire, pues el calor apretaba muchísimo ya que hacía un viento sur que daba una sensación de ahogo, acompañado por la humedad ambiental que axfisiaba hasta el alma.


Subiendo con alegría las primeras rampas.

Vamos con alegría señor, cantando vamos con alegría señor...
Los corredores me iban pasando poco a poco y llegado un momento, he mirado hacia atrás y he visto que ya no venía nadie.  Me he relajado y he pensado que bueno, al final de lo que se trata es de acabar la carrera y no morir en el intento, así que ni me he preocupado.  Con tal de no perderme, ya podían esperarme en el pueblo todo el mundo sentado, jajajaja....

Una vez llegados a los 392m. de altitud, he tenido un pequeño respiro en forma de descenso que en principio me tendría que aliviar, pero como seguía corriendo por pista de cemento con bastante grijo suelto en el camino, el sufrimiento era bastante grande para mí ya que tenía miedo de resbalar y darme una buena trompada contra el duro suelo.

Una vez pasada la distancia de 2,1 km. ha tocado enfrentarse de nuevo a una nueva subida que continuaba por pista de cemento en constante ascenso y que a partir del kilómetro 2,9 se ha transformado por fin en un sendero natural que mis piernas han agradecido mucho hasta llegar a los 490m. de altitud para luego hacer un pequeño descenso durante 300 metros y encarar la última rampa hacia la cima del monte Peregaña.

En el punto kilométrico 3,7 me encuentro con el primer avituallamiento líquido del recorrido.  Llego axfisiada del calor y del esfuerzo y me ayudan a rellenar mi botellín y me saca una chica muy maja de la organización algunas fotos.  Allí había un corredor parado con síntomas de calambres o algo así y que estaba intentando estirar sus gemelos.  Me ha ofrecido su botellín de Powerade azúl pero le he dado las gracias y le he dicho que no, que ya llevaba yo mi propio "mejunge", jajaja....  Allí les he dejado a los voluntarios del avituallamiento y al pobre chico "acalambrado".

¡¡¡¡Toma yaaaaaa, que llego al primer avituallamientooooo!!!!
Bebo de mi botellín cada 15 minutos aproximadamente para ir regulando la deshidratación y que no me de un calambre chungo de ésos.

Muy agradecida por tener agua fresquita que beber.
¡¡Por fin terreno natural!!  Estaba del hormigón hasta ahí, jajaja...
A partir de aquí el camino de subida a la cima del Peregaña es el mismo que el de bajada en una distancia de 1,7 km que transcurrían ya por terreno natural.  Primero por un sendero de unos 2 metros de ancho y después por unas campas con árboles y plantas tipo arbustivas por el suelo.

En los primeros metros de adentrarme en este camino ya me encontré con los primeros corredores. ¡¡¡Qué ilusión!!!   Iba muy aburrida de ir todo el rato sola sin nadie por delante y sin nadie por detrás, jajaja....  Iba "en tierra de nadie" literalmente hablando.   Para entretenerme un poco iba cantando canciones y reflexionando en alto mis pensamientos, jajaja....

Pero cuando de repente oí como unos golpeteos en el terreno que se acercaban a mí, levanté la cabeza y vi al primer corredor.  ¡¡¡Era Manuel Merillas!!!  Yo que lo veo, le empiezo a gritar y a dar ánimos e incluso extiendo mi mano para chocársela pero no lo consigo de lo rápido que bajaba, jajaja... Lo que sí conseguí era que me dedicase una sonrisa, jajaja....  Iba a toda velocidad pero en su cara no se reflejaba signo alguno de esfuerzo ni desgaste.   Iba todo feliz el chaval, jajaja....

Sigo corriendo en ascenso hacia la cima del Peregaña y pensando en quién sería el segundo, y el tercero, etc.   Tengo plena confianza en que mi primo Felipe va ha estar entre los primeros de la carrera así que me pongo a rezar para que sea él el siguiente con el que me encuentre.

¡¡Así es!!  Al de un minuto pasado, aunque a mí me pareció una eternidad, le veo venir a "toda pastilla" a mi primo Felipe.  ¡¡¡Qué subidón!!!  Empiezo a gritar su nombre a los cuatro vientos, me vuelvo a apartar del camino para no estorbarle en su trepidante bajada y pasa junto a mí como un rayo.   ¡¡¡Bieeeen, mi primo va a ser segundo a no ser que la cosa cambie en lo que queda de recorrido!!!

Continúo mi ascenso al trote hacia la cima y veo pasar a más corredores, conocidos, desconocidos y compañeros de club.  A todos los animo y con alguno llego a chocar las manos, jajajaja..., como con Aitor Fontanes que es el primer corredor de mi club que veo.

Yendo hacia arriba, la vegetación no era mucha, pero había una especie de plantas que tenían unas flores pequeñas y alrededor de ellas como unos pinchos pequeños.  Yo intentaba esquivarlas a algunas pero en otras ocasiones no podía más que pasar por encima de ellas.

A una de éstas, me empieza a pinchar algo en mi pie derecho.  ¡¡¡No, ahora nooo!!!   ¡¡Ya se me ha metido algo dentro de la zapatilla!!

Llego al empiece de las últimas campas hacia cima y veo allí un todo terreno con un señor muy corpulento y unos chavales subidos al techo del vehículo y decido parar allí mismo para solucionar el incordio que llevaba metido en mi pié.  Era el kilómetro 4,4 cuando me paro y jurando en hebreo me suelto la zapatilla para sacar el pincho.  La sacudo contra el parachoques del todoterreno con una mala leche, que vamos... no se atrevía nadie a decirme ni una sola palabra, jajajaja.....  Vuelvo a colocarme la zapatilla, me la ato y según apoyo en el suelo otra vez el pie, descubro con horror que el pincho seguía allí metido.   ¡¡¡¡Jooooodeeeeerrrr.....me cago en todo lo que se menea!!!!  ¡¡Vuelta a empezar!!   Desatar la zapatilla, sacar el pié y entonces lo que hago es mirar en el calcetín a ver si veía el pincho.  No lo veo, pero aún así le doy una pasada con la mano para localizarlo y al no verlo ni tocarlo, vuelvo a calzarme la zapatilla.   Mismo proceso de amarre y vuelta a poner el pié en el suelo.   ¡¿¡¿¡¿Otra vez?!?!?!?!  ¡¡¡¡No puede seeeeerrrr!!!!!  Los chavales que estaban allí se morían de la risa y se vacilaban de mí, jajajaja....  Al final decido quitarme la zapatilla y el calcetín y descubro que el puñetero pincho estaba clavado en el pié directamente.   ¡¿¡Pero cómo seré tan cazurra de no haber empezado por ahí!?!   ¡¡Lo habría solucionado a la primera!!  Ahí perdí cerca de dos minutos de tiempo, aunque como pensaba que iba la última tampoco me preocupaba mucho.

Después de este embrollo zapatillero, continué mi camino hacia la cima.  Cuando llego arriba del todo, había unos voluntarios con otro avituallamiento de agua bien fresca que agradecí mucho porque la verdad es que me vino fenomenal.  Rellené el bidón también y le pedí a uno que me sacara aunque sea con su móvil una foto en el buzón del Peregaña para mi álbum fotográfico de cimas hechas.  Así lo hizo y luego me fuí pitando para abajo.

Cima del monte Peregaña.
Monte Peregaña.
Según empiezo a descender, veo a lo lejos a una persona con un niki verde foforito y veo que es un corredor.  Yo que estaba convencida de que era la última de la carrera, veo que no es así. Entonces pienso que sería la anteúltima y tampoco me preocupo.  Me cruzo con el señor de una edad ya madura y le animo diciéndole que le queda muy poco para cima y que hay agua fresca para beber.

Continúo bajando y a la altura del kilómetro 6,1 veo que suben 2 o 3 chicas y otro tanto de chicos y me quedo alucinada.  Veo que no soy ni la última ni la anteúltima.  Aún así sigo bajando con tranquilidad y con cuidado de no hacerme ninguna lesión.

Cuando ya estaba a punto de salir de las campas que descendían del Peregaña, de repente empiezo a escuchar unos golpes muy fuertes en el suelo y que el sonido se acercaba hacia a mí.  Mi reacción fue encogerme cual "cochinilla" y girar un poco la vista atrás para ver de qué se trataba, aunque intuía de que algo peligroso iba a ser.   Efectivamente, veo venir a toda pastilla a un jinete con un caballo al galope ladera abajo y que iba a pasar muy cerca de mí.  Mi cara de espanto asustó tanto al jinete, que al verla me pidió perdón por no avisarme y por darme el susto que me había dado.   Yo, todavía temblando le digo que no pasa nada, que tirase para adelante.  Así lo hizo.  Pero a mí el cuerpo se me quedó tembloroso durante un rato, la verdad.

Tras este encontronazo equino, sigo descendiendo a un ritmo decente para mí y cuando en el kilómetro 7 llego al mismo punto donde empieza y acaba la subida al monte Peregaña, veo a una chica que me dice:  -"¡¡¡Venga ánimo que vas la 4ª!!!  Ahora baja por aquí."  Me manda de nuevo por una pista de hormigón que ya no abandonaría hasta llegar a meta. Le doy las gracias y continúo. Aunque no entiendo porqué me anima y me da la referencia de que soy la cuarta.  Si  para mí no va a haber premio ni nada.
Aquí ya me faltaba poco para acabar la carrera.
Bajando por la pista de hormigón, aunque tenía muchas zonas con piedrillas sueltas, pude coger algo más de velocidad y correr en torno a una media de 4:15 a 5:30 aproximadamente.  Me encuentro con mi amigo Ikar que me saca unas fotos.

Cuando sobrepaso el kilómetro 9,2 aproximadamente, sigo descendiendo hacia el pueblo de Retes de Llanteno a buena velocidad.   Pero de repente, algo me llama la atención.  A lo lejos veo una especie de bulto en un lado de la pista hormigonada y al principio me parece como un montón de cintas de marcaje con una mochila o algo así pero no estoy segura.

Según me voy acercando, lo que unos pocos metros atrás me parecía algo material, empieza a parecerme otra cosa.  No lo veo claro, pero el bulto parece más grande que una mochila, sigo acercándome y limpiándome el sudor de los ojos para ver mejor y de repente me doy cuenta de que es un cuerpo tendido en el suelo con los brazos en cruz.

¡¡¡¡¡Diooooosssss, es una personaaaaa!!!!!   Empiezo a gritarla, a ver si reaccionaba.  ¡¡No lo hacía!! Empiezo a frenar las zancadas, sigo gritándola esperando alguna reacción.   Y cuando estoy a 20 metros de ella, veo que es un niño.  Le vuelvo a gritar diciéndole: ¡¡¡¡Oyeeeee tú!!!!

Como si de un sueño se hubiese despertado, el chaval levanta la cabeza y me mira.  Yo toda angustiada y pensando en cómo iba a avisar a los servicios de emergencias para su rescate.  Le digo: "¿Pero qué haces ahí tirado, hombre?  ¿Estás bien?"   A lo que me contesta el chaval con una voz aletargada que sí, que está bien, que es que está esperando a un amigo.

Yo que lo oigo.... bueno, en fin, me tuve que reprimir de decirle una barbaridad o de darle un cachete, porque el tremendo susto que me llevé fue de llevarme casi al hospital de un ataque de ansiedad.

Le hecho una pequeña bronca y me marcho con el susto metido en el cuerpo hacia meta en donde me esperaban mis compañeros de equipo y amigos.
¡¡Por fin voy a llegar!!
Llego a meta aliviada y aplaudiendo al público que saludaba y aplaudía a rabiar y paro mi reloj-pulsómetro en 1h 19' 18", tiempo oficial 1" más.  Quedé 4ª clasificada.

¡¡¡¡Vamos que nos vamooooossss!!!!!

¡¡Llegué, bien!!
¡¡¡¡Qué alegría ya he terminado!!!!!
Me reencuentro con mis compañeros que me felicitan a mi llegada, charlo con unos y con otros y como me estaba quedando fría del sudor, me fui a dar una ducha a las piscinas de Ayala, junto a la ikastola Etxaurren a 4,8 km de Retes de Llanteno.

A la vuelta, me entero con gran sorpresa para mí, que había tenido premio por quedar 4ª  clasificada. Y yo que no me había enterado de esto antes, me dio mucha pena porque no me lo pudieron hacer entrega en mano de mi trofeo y mis regalos (2 botellas de vino).  Menos mal que estaba allí mi primo Felipe que me hizo de representante oficial y lo recogió por mí, jajajaja...

Mi trofeo y mis regalos de 4ª clasificada.
Después de este contratiempo, nos dispusimos a dar buena cuenta de la parrillada de chorizo, morcilla y panceta que estaban preparando los de la organización de la carrera con mucho mimo para todos los corredores.  Nos pusieron hasta unas mesas corridas con sus bancos para que lo comiésemos en buenas condiciones.

¡¡Cómo se lo curraron los de la organización!!
Esperando a la parrillada con alegría.
¡¡Por fin tengo mi recompensa culinaria!!
Con mis compañeros estuve, charlando, echando risas y comiendo aquél último avituallamiento.   Poco antes de irnos a casa, nos dieron un vaso de chocolate caliente con 3 bizcochos que estaba exquisito.  Se notaba que no era de brick como hacen en otros sitios.  Este era chocolate de barra y hecho con mucho tiempo y a fuego lento.

Mi primo Felipe con Pedro Pablo y Aitor tomándose
 un rico chocolate con sus bizcochos.
Llegó la noche y la fiesta no paraba.  Enseguida empezaba
la verbena, pero el cansancio pudo más y nos fuimos con pena a casa.
Una tarde muy bonita, en buena compañía, haciendo lo que más me gusta en estos momentos, que es correr por el monte y otro trofeo que me traigo a casa.  Al final sí que voy a tener que buscar una pequeña balda para tenerlos bien organizados, jajajaja....

1 comentario:

  1. Genial como siempre Yolan!
    La carrera, las anécdotas que te pasan (el pincho, el chaval tirao jajaja), la grupeta que os juntasteis y sobre todo ese 4º puesto y tú por ahí mientras dan los premios jajaja
    Me quedo con esta frase "iba cantando canciones y reflexionando en alto mis pensamientos" jajaja porque será que no me sorprende, estás muy loca compañera! pero eso mola!

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