martes, 3 de junio de 2014

EXCURSIÓN CON UN BUEN SUSTO EN LA SIERRA DE ARALAR. (1/6/2014)

Después de más de un año que no voy de salida montañera con mi primer club de montaña el Itxartu Mendi Taldea de Algorta, hace unas tres semanas recibí un email de ellos comunicándome la preparación de una excursión a la Sierra de Aralar para subir al monte Irumugarrieta de 1430m. de altitud.  En la información aportada por el club se indicaba que la salida se haría desde la localidad de Albi a 988 m.  haciendo cima en el monte citado y luego volver por otra zona para acabar la ruta en el guardetxe que se encuentra a 1067 m. de altura.  También había una segunda alternativa para la gente que no quisiera hacer la excursión montañera y que consistía en la estancia en el Santuario de San Miguel de Aralar, pudiendo pasear por su entorno así como visitar el enclave santo.   Después nos reuniríamos todos los componentes del club para comer en el restaurante que está a los pies del santuario, donde también está un refugio de montaña, para después regresar de nuevo a Algorta.
La mañana ha salido lluviosa y tristona.  
Me he levantado a eso de las 6:30 para desayunar bien y luego vestirme y hacerme el tentempié para la excursión y cargar la bolsa de hidratación de agua.
A las 7:27 a.m. he cogido el metro hacia Algorta para acercarme al Batzoki donde se coge habitualmente el autobús que nos lleva a las salidas montañeras.
He llegado la primera, después ha venido el autobús y luego poco a poco todos los que nos habíamos animado a esta excursión.    Nos hemos saludado alegremente porque hacía bastante que no nos veíamos dado que como me ha dado por correr y muchas carreras coinciden con las salidas que ellos hacen, pues les tenía un poco abandonados, la verdad.

A las 8:00 a.m. hemos salido de Algorta en el bus y yo tenía asignado uno de los asientos delanteros, vamos que iba a ir casi en primera fila.  

Los kilómetros hasta llegar a la zona donde nos debería dejar el autobús se me han hecho eternos, mientras el resto del grupo estaba haciendo gracias y contando chistes por la parte de atrás y otros estaban echando una cabezacita.
Al final y tras unas dos horas de viaje hemos llegado a la localidad de Albi desde donde nos hemos dividido en dos grupos, los que hacían la ascensión y los que iban en plan visita cultural.

Enseguida nos hemos adentrado por un sendero muy sombrío dada la cantidad de vegetación que había para ir avanzando a paso tranquilo pero ligero.  
El tiempo no mejoraba y las nubes bajas y la niebla lo cubrían todo.   Teníamos que estar muy atentos de no despistarnos del grupo ni equivocarnos de la ruta por la que teníamos que ir, que ya estaba metida en un pgs que lleva un responsable del club.

Un paisaje verde intenso con mucha vida es lo primero que nos hemos encontrado atravesando zonas de campas y algunas otras un poco más abruptas debido a las rocas por las que había que pasar.
Según íbamos avanzando había momentos en los que teníamos que hacer "reunión" para reagruparnos todos, los que iban más rápidos y los que iban más lentos.
En un momento dado hemos topado con una pista ancha que nos llevaba hacia la zona donde queríamos ir para ascender al Irumugarrieta.
Cómodamente hemos avanzado por esta pista, pero yo para mis adentros ya estaba mentalizándome de que hoy no íbamos a hacer cima ya que a penas se veía a unos 10 metros y a veces hasta a menos distancia.
Hemos llegado a un punto en el que hemos tenido que parar para reorientarnos, ya que habíamos perdido de vista las marcas del suelo y no sabíamos si nos habíamos desviado mucho. 


Mirando el gps que parece que se había vuelto loco, no se veía claro hacia dónde había que ir y mientras esperábamos unos cuantos se han alejado para atisbar por dónde ir al monte pretendido, pero la densa niebla que nos acompañaba desde el comienzo de la excursión ha hecho que nos perdamos definitivamente todo el grupo cuando sólo nos faltaba de ascender unos 100 m., aunque lo que no sabíamos era hacia qué dirección.

Han vuelto todos menos uno, que se ha aventurado a continuar con la búsqueda de la zona por la que deberíamos ascender a cima y lo hemos perdido de vista y físicamente en aquél momento.

Tras casi una hora llamándolo con silbatos y deliberando qué hacer, ya que estábamos calados hasta los huesos y con el viento frío la sensación térmica era bastante preocupante, a las 11:45 aproximadamente o quizás más tarde optamos por bajar e intentar buscar de nuevo las marcas para volver a la senda que nos llevaría hasta el guardetxe ya que el gps que se llevaba con la ruta completa se volvió loco o por efecto de los nervios no se supo interpretar correctamente y al final decidimos ir bajando para tomar una decisión sobre el asunto del compañero perdido en tan abrupta zona.
Cuando llegamos a una pista forestal que ya nos llevaba sin pérdida al punto de inicio, tres compañeros decidieron dar la vuelta e ir a buscar al extraviado ayudados por el gps.
Mientras avanzábamos con la angustia de no saber nada del extraviado, de repente me he acordado que tenía su número de móvil y le he llamado para saber si estaba bien y por dónde podría estar.
Pero mi móvil no tenía cobertura en aquella zona y al final he probado con el de otra compañera y he conseguido contactar con él.  Me ha dicho que se encontraba bien, que había hecho cima en el Irumugarrieta pero que al descender sin visibilidad prácticamente porque la niebla se había cerrado mucho, había debido de errar en la bajada y que había aparecido al borde de un precipicio donde se ha encontrado un vallado de alambrada que evitaba que el ganado pasase y se despeñase monte abajo.  También me ha dicho que estaba en contacto con uno de los compañeros del club que le habían ido a buscar y que le estaba intentando explicar por dónde estaba.  
Enseguida hemos cortado la comunicación porque no quería quedarse sin batería en el móvil.
Cuando hemos llegado al bus el grupo, nos hemos cambiado de ropa y hemos ido hacia el Santuario de San Miguel de Aralar para que el resto de compañeros no se asustaran ya más, pues era mucho más tarde de lo que se había quedado para comer.

Al llegar, les hemos explicado la situación a los que habían hecho la visita cultural y no daban crédito a lo que oían.  

Hemos comido, con la esperanza en que todo se solucionara bien y muy atentos a cualquier llamada de teléfono de alguno de los tres compañeros que habían ido en busca el extraviado. 






A eso de las 5 de la tarde nos ha llamado uno de los tres "rescatadores" del club para decirnos que les era imposible localizar al compañero perdido y que habían barrido toda la zona por donde se suponía que debería estar según una referencia que había dado el compañero perdido, pero que aún así y debido a la niebla cerrada no les ha quedado otro remedio que llamar a los servicios de emergencia del 112 o SOS DEIAK para solicitar el rescate del compañero.

Una hora más tarde, a eso de las 6 de la tarde, han aparecido los tres compañeros que habían ido en busca del perdido y por fin han podido comer  porque el restaurante, teniendo en cuenta la situación crítica por la que estábamos pasando, no ha cerrado la cocina.

Nos han explicado con pelos y señales toda la labor de rastreo que habían realizado sin resultado alguno, teniendo tener que llamar a los servicios de emergencia.

Finalmente alrededor de las 19 horas, el responsable del club llamó para saber algo sobre el estado de la búsqueda de nuestro compañero y la policía foral le comunicó que ya lo habían encontrado y rescatado y que se dirigían hacia el Santuario de Aralar para reunirse con nosotros.







La noticia fue recibida con muchísima alegría y aplausos al aire por todos.   Por fin habíamos recuperado a nuestro compañero sano y salvo.

Yo no me pude contener la emoción y rompí a llorar, aunque durante todas las horas de espera había intentado mantener la serenidad y la calma para que no se contagiase al resto de compañeros el pesimismo y la desazón que me corroían por dentro.

Enseguida hemos salido a las afueras del refugio para esperar al coche de los servicios de emergencias.



A las 19:20 vimos a lo lejos los coches rojos de la Policía Foral y a mí que me pilló por la carretera tuve que sprintar a tope para ir al aparcamiento a recibirlo.

En cuanto abrió la puerta del todo terreno, me metí dentro y le dí cuatro cachetes diciéndole: "¿¿¿Ahora quién le va a dar las ostias a quién???"  y mi compañero riéndose me dice: "Tú a mí, claro".  Luego, según salió del vehículo le abracé y le di dos besos y otra llorera que me pegué.



Al final, todo quedó en un buen susto, que espero que no se vuelva a repetir, porque desde luego que la experiencia no se la recomiendo a nadie.

A las 20 horas salimos del Santuario de San Miguel de Aralar dirección Algorta y yo que estaba agotadísima más que por la excursión, por la tensa y angustiosa espera además de tener un dolor de cabeza bastante molesto, me metí al bus y me coloqué de tal manera que pude estirar las piernas por el asiento contiguo que estaba vacío y que quedé "frita" hasta casi llegar a Bilbao.

Llegué a casa a las las 22:20 de la noche con la única intención de meterme a la cama a dormir.

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