martes, 12 de noviembre de 2013

XIV XTREME FINAGA DE BASAURI (9/11/2013)

En el día de hoy he participado y cumplido mi 15ª carrera del año y la 5ª de montaña.  Echando la vista atrás, ¿quién me iba a decir a mí que estaría convirtiendo en realidad uno de mis sueños desde que descubrí el trail running como deporte?   Ni yo misma lo hubiese jurado, la verdad. Pero la realidad es que aquí estoy, con mis días buenos y mis días menos buenos en lo que a carreras se refiere, pero con una felicidad interior muy grande pues ahora estoy "dentro" de las carreras y no "fuera" como estaba antes.  Aunque desde hace casi dos años empecé a estar ligada al mundo de las carreras de montañas gracias a el primo de mi marido, Felipe Larrazabal, que de alguna manera me "envenenó" en el mejor sentido de la palabra por esta pasión de correr por el monte.

Por eso mismo hoy en día le estoy muy agradecida a Felipe, y a un sin fin de amigos del facebook que me han empujado a no dejar de entrenar cuando me he encontrado en los momentos más bajos de este inicio de vida deportiva que aunque a veces es bastante dura, la parte gratificante te hace olvidar rápidamente esa dureza tanto en entrenos como en competiciones.  Yo siempre he tenido claro que voy a participar y no a competir porque al empezar tan tarde en este deporte (con 43 años) soy consciente de que no voy a llegar muy alto en ninguna clasificación.  

Pero lo que a mí me importa y me da realmente satisfacción es poder compartir con un montón de personas que he conocido personalmente en las carreras, las experiencias vividas y las ganas de disfrutar del ambiente tan bueno que se respira en todas ellas.  La competición entre los participantes no quita para que todos nos llevemos bien.  Nos mezclamos los "principiantes" con los "pros" e incluso podemos debatir sobre técnicas de carrera, de sprint, de bajadas trepidantes por la montaña, etc.  Y eso enriquece muchísimo.

Pues bien, tras casi un mes desde que me lesioné en la carrera de montaña de Arrankudiaga-Zollo y habiendo entrenado muy poco tanto en asfalto como en montaña, por fin ha llegado el día de volver a correr por el monte.  

La rodilla lesionada cada vez va mejorando más evidentemente, pero aún persiste alguna molestia ocasional que me hace dudar sobre si estaría al 100% para participar en la carrera de hoy.   Y aunque la semana pasada participé en la Herri Krosa de Basauri con bastantes buenas sensaciones, las dudas asomaban a mi cabeza pues no es lo mismo correr en terreno agreste que por asfalto.  Es un mundo a parte.

Tras desayunar como un día normal,  a media mañana he preparado la comida del mediodía pensando en tomar hidratos de carbono y proteínas para cargar los depósitos de energía a tope. ¡¡Ya hablo como una entendida en la materia, madre mía!! jajajaja....  He preparado pasta con salsa carbonara pero hecha a mi manera.  Vamos, que mucho no tiene que ver con la auténica salsa mencionada.  Pero a mí me gusta así.  Y para tomar proteína, una dorada hecha al micro-ondas con un poco de aceite, sal, pimienta y un chorrito de vino blanco para que le dé un toquecillo, acompañada de unos langostinos cocidos y un zumo de naranja.


Comida de fundamento para afrontar la carrera a tope de energía.

Como la carrera empezaba a las 16:30 h. he tenido que empezar a comer a eso de las 13:30 para que me diese tiempo a hacer la digestión y que en plena carrera no se me saliese todo por las orejas, jajajaja.....
Equipaje para la carrera-batalla del barro en Finaga.
Una vez vestida con el atuendo propio para participar en la carrera, he cogido mi mochila con toda la ropa de recambio más los bártulos de aseo y me he ido en coche hasta el Polideportivo de Artunduaga llegando a Basauri a eso de las 15:20h.  Lo he aparcado lo más cerca posible de las puertas de acceso de las instalaciones deportivas ya que al haber amenaza de lluvias intensas, no quería dejarlo muy lejos para la hora de salir.

Allí mismo ya me he encontrado con mi amiga Leire y su marido y otra chica que ahora no recuerdo su nombre, pero que coincidimos en la carrera de Serantes Igoera y estuvimos charlado un ratito muy ameno comentando sobre cómo estaría el terreno, sobre pantorrilleras o medias de comprensión, etc.  Luego fui hacia la parte baja de la entrada pero aún estaba cerrada.  Entonces decidí entrar por un lateral a la pista de atletismo directamente cuando de repente me encontré con mi gran amigo Pablo San Juan, que estaba junto a su coche intentando ponerse el dorsal en un cinturón específico para ello y que estaba muy nervioso e inquieto y con ganas de empezar ya a correr.  Nos saludamos con un abrazo y estuvimos charlando un rato. Luego le dejé por allí, pues quería coger cuanto antes una taquilla para guardar todos mis enseres.

Pero según me iba adentrando a la parte de las gradas y campo de atletismo me iba encontrando con unos y con otros y saludándonos todos con alegría de volvernos a ver.  Tuve la suerte de encontrarme con un amigo del facebook con el cual creo que sólo coincidí una vez en una carrera cuando yo estaba todavía "fuera" viéndolas y sacando fotos cual paparazzi.  Eneko Leonardo que antes corría con el club de 42195.es y ahora está con Kirolak C.M. Gazteiz.  Una persona que irradia alegría a raudales y un positivismo del que muchos deberíamos aprender.

Al final y justo después de conseguir mi dorsal (332) he podido acceder a la zona de vestuarios y taquillas y hacerme con una de ellas dejando todo lo que ya me sobraba en aquél momento.  Luego he vuelto a subir al graderio y he seguido saludando a unos y otros y para cuando me he dado cuenta faltaba poco más de media hora para que empezase la carrera y yo sin empezar a calentar.  He dirigido mi mirada hacia la parte baja del polideportivo y a lo lejos le he visto a mi amigo Pablo que ya había empezado a calentar y a estirar, así que para allí que me he ido a acompañarle en el pre-calentamiento muscular.

Mientras dábamos vueltas por una especie de pasillo que se eleva sobre la pista de atletismo, hemos visto a lo lejos a Sandra Sevillano del equipo Miribillako Otsoak y hemos salido en su búsqueda para saludarla y acompañarla en su calentamiento previo a la carrera.  

Yo, como siempre, he salido disparada hacia ella para saludarla efusivamente llamándola desde lejos "Sandruki", jajaja..... Y ella que me veía que iba embalada hacia ella dando botes de alegría, ya venía partiéndose de risa, jajajaja... Nos hemos dados dos besos y un abrazo potente y luego Pablo también la ha saludado con alegría.  Y como que no quiere la cosa, nos hemos puesto juntos a dar vueltas a la pista de atletismo a un ritmo muy bueno.  En realidad no tan bueno para mí al menos, porque cuando ya llevábamos 3 vueltas aproximadamente de charleta y risas y una foto que nos hemos sacado a la remanguillé, de repente me he percatado de que mi reloj-pulsómetro Garmin no paraba de pitar.  Lo he mirado y he visto que iba a 158 ppm.  vamos, que iba toda revolucionada con la emoción del momentazo y no me había dado cuenta de que estaba sobrepasando los límites de mi tope de pulsaciones hasta que mi amigo Alex me ha dado un grito llamándome la atención de que iba demasiado rápida para ser un pre-calentamiento, que debía bajar el pistón, así que le he hecho caso y me he despedido de Pablo y Sandra hasta dentro de un rato porque sino mi corazón iba a reventar, jajaja....

Miribillako Otsoak dispuestos a dar el zarpazo en Finaga Xtreme.

Al final Alex ha insistido para que fuese con él y que bajase un poco el ritmo del pre-calentamiento y la verdad es que lo he notado mucho porque me he encontrado mucho menos axfisiada que hasta hace un rato cuando iba con Pablo y Sandra, jajaja.... Y no digo que ellos tenga la culpa de que yo me halla pasado de revoluciones.  La culpa ha sido mía por no darme cuenta de que yo a ese ritmo, que para ellos era cómodo, no podía seguirles por mucho tiempo.
Pre-calentamiento con amigos.
Minutos previos a la salida, todavía me ha dado tiempo de hacerme alguna foto más con amigos y compañeros de carrera.
Iker, Jose Miguel, Pablo, yo, Lucía y Jesus minutos previos a la carrera.

Aquí estoy con mi amigo Mario.

Hemos dado unas cuantas vueltas a ritmo más suave, dando botecitos pero avanzando poco. Luego ha llegado la hora de la verdad y cuando faltaban unos 10 minutos nos han llamado a todos los corredores para que nos acercáramos al punto de inicio de la prueba.  Allí hemos ido y nos hemos deseado suerte entre todos los que nos conocíamos. Me he sacado una foto con mi amigo Eneko Leonardo y Pablo que se había puesto en la parte de adelante de repente se ha dado cuenta de que no me había deseado suerte y se a venido hacia donde mí para desearme suerte y lo mismo le he deseado yo a él y ha desaparecido entre la multitud.
¡¡¡Qué ilusión!!! Por fin hemos podido coincidir
 en una carrera mi amigo Eneko Leonardo y yo.
Luego otro amigo que tengo que se llama Jose Luis del equipo Korrikazaleak de Bilbao ha venido y se ha puesto junto a mí y me ha dicho que me iba a acompañar para apoyarme en los primeros kilómetros, lo cual me ha hecho mucha ilusión porque aunque es algo mayor que yo, tiene un aguante y un coraje en las carreras digno de admirar.  Me he dado cuenta de que cuanto la gente tiene más edad y sigue participando en carreras, yo más las admiro y pienso que de mayor quiero ser como ellas con esa aptitud en la vida y esa ilusión por hacer cosas.

Llega la hora de la salida y las pulsaciones las consigo mantener a raya entre 95 y 105, lo cual es buena señal, porque normalmente suelo andar por encima de 115 o 120 ppm.  Tengo ganas de saber cómo me las voy a apañar en esta carrera que por lo que me han dicho tiene bastante asfalto pues hasta que nos metemos en terreno natural hay unos 2,5 km que recorrer. 

Dan  el pistoletazo de salida, pongo mi Garmin en funcionamiento y empiezo a correr a ritmo ligero pero sin esforzarme mucho junto con mi compañero de carrera Jose Luis quien me aconseja ir dosificando pues cuando empiece la subida en el monte, allí la cosa se puede poner bastante difícil dependiendo de cómo esté el monte de barro.

Salimos todo el tropel de corredores del polideportivo y bajamos rápidos por la calle Artunduaga Etxadia, pasando por debajo de la Autopista AP-8 para rodear una rotonda que nos lleva a la calle Azganeta desde donde empezamos a coger altura corriendo aún todavía por asfalto acercándonos al Polígono Industrial Arteagoiti desde el cual ya nos metemos por fin en monte ascendiendo desde los 132 m. de altura a los 291 m. en una distancia de 1,5 km.  

Jose Luis que me ha visto que iba tirando bien en las cuestas arriba me ha dicho que siga para adelante que iba muy bien que él iba a ir andando en tramos.  Así que me he despedido de él diciéndole que en breve nos veríamos cuando él me pasase a mí.  
Escapando hacia adelante.

La cuestión es que notaba que a pesar del grado de inclinación que tenía el terreno iba relativamente bien, pudiendo respirar y no notando agobio ni ansiedad.  La táctica que hago para subir cuestas es hacer la zancada más corta y así consigo no pararme prácticamente nada en las empinadas cuestas a no ser que se ponga la cosa muy cuesta arriba, claro, jajaja....

Iba pasando a algunos corredores que iban bufando cual bisontes y me sorprendía a mí misma de lo bien que iba. 
Por fin puedo decir que tengo a los hombres tras de mí, jajajaja....

¡¡¡Vamos que nos vaaaamooooosss!!!
El camino sorprendentemente no estaba tan embarrado como yo creía y por lo cual se podía correr bastante cómodo y sin miedo a resbalar en cada pisada. 

Subiendo por Brisketa Auzoa hemos llegado al rededor del kilómetro 4 al punto más alto de la carrera que era un lateral del monte Malmasín de 362 m. para seguido empezar a bajar del monte por un camino estrecho pero que dejaba correr bastante ligero permitiendo pasarnos unos a otros.  De vez en cuando nos encontrábamos con alguna otra subida que rompía un poco el ritmo, pero que acortando el paso la he solventado bastante bien.

Desde el kilómetro 5 hasta el 9,5 aproximadamente la carrera ha pasado a convertirse en un sube y baja que nos ha llevado al barrio de Montefuerte y que iba pasando factura a las piernas.  Mi amigo Jose Luis con el que empecé la carrera me ha alcanzado creo que alrededor del kilómetro 8 o 9 y me he alegrado mucho por él porque sabía que me pasaría.  Le he saludado y le he animado para que tirara para adelante.

A partir del kilómetro 9,5 ya sí se notaba que todo era bajada volviendo a la pista de la zona de Arteagagoiti que nos ha devuelto poco a poco a la civilización y bordeando Merca Bilbao y yendo por la ribera del río Nervión para cruzar un puente que nos llevaría a subir las últimas escaleras para volver a la calle Artunduaga y de allí entrar de nuevo al polideportivo donde he terminado muy contenta esta carrera con un tiempo de 
1 h 20 min. y 32 sg. según mi Garmin.
¡¡¡Ya voy llegando, qué ilusión!!!

¡¡¡Que soy una finisheeeeerrr!!!

Alegría a raudales por haber acabado la carrera con buenas sensaciones
y sin morir en el intento y sin lesionarme, que es muy importante.

¡¡¡Felicidad absoluta!!!  Ya tengo otra carrera más en mi haber.

Según la clasificación oficial de la carrera, en mujeres he quedado la 17 de 24 participantes en total que había.

Pero todavía me aguardaba una sorpresa más hoy.  Y es que al quedarme a ver el pódium  tanto femenino como masculino y de todas las categorías y entre las cuales estaban mis amigas Sandra Sevillano y Angela Tejedor y mi amigo Unai Saenz, he estado sacando fotos y a Unai le han dado varios trofeos, por local, absoluto, etc. y le he empezado a decir en plan cachondeo que ya le valía que dejara algún trofeo para los demás que también habíamos sudado la gota gorda y tal y tal, jajaja....Y cuando ha bajado del pódium del primer clasificado local, no se le ocurre otra cosa que decirme que me daba su trofeo. A lo que yo, estupefacta me he empezado a reír y a decirle que era una broma lo del comentario y eso, pero no, no me ha dejado acabar de hablar y me ha dicho que quería regalármelo por mi apoyo y por las fotos que le mando. 
Trofeo de Unai Saenz que lo guardaré con mucho cariño.

Y cuando ya he visto que no podía convencerle de que no me lo diera, me ha entrado una llorera que para qué ¡¡madre mía!!  No esperaba un detalle así, porque entiendo que los trofeos son muy preciados para quien los gana. Pero ha insistido tanto que al final me lo he quedado con mucha gratitud por una generosidad tan desmesurada a la que no estoy acostumbrada.  Así que muchísimas gracias de corazón Unai, es un detalle que no olvidaré jamás. 
Juan Jose Otaola, Unai Saenz y yo toda contenta.
Hoy peso: 59,2 kg.

http://connect.garmin.com/activity/401928592













No hay comentarios:

Publicar un comentario